¡No te apures en adelgazar! Hay algo que debe saber cualquiera a la hora de medir su peso.

Los valores indicados por la báscula despiadada, marcan el estado de ánimo de una mujer por todo el día. La mayoría de nosotras, al saltar de la cama, cada mañana corremos hacia la báscula para comprobar que realmente hayamos perdido los 300 g anhelados.

Seguramente, haya pasado alguna vez contigo esto: llevas varios días siguiendo una dieta extenuante, y los valores indicados por la báscula no solamente siguen sin cambiar, ¡sino se hacen mayores de lo que eran antes! La redacción de «Simplemente Genial» decidió detectar la razón para ello y poner a prueba las indicaciones de básculas tanto mecánicas como electrónicas.

Cómo medirse el peso

Imaginemos a una mujer, cuyos músculos pesen 45 kg, y la grasa – 15 kg. En total, pesa 60 kg, pero de alguna manera, la báscula le indica una vez, 57 kg, y otra, 64 kg. Aunque su dieta no ha cambiado nada.

Para la mayoría de nosotras, la báscula es la última instancia que estima el grado de éxito en la lucha contra el sobrepeso. Pero para medir nuestro peso real, hay que analizar la condición general del cuerpo y tener en cuenta una serie de factores.

Factores que afectan las fluctuaciones del peso

  1. Es muy importante tener en cuenta la cantidad de agua en el cuerpo. Nuestro organismo siempre aspira a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, para poder funcionar adecuadamente. Por lo tanto, cuánto menos líquido recibe, más lo detiene en el interior.

    Es por eso que el peso se pierde mal durante el calor. Tan pronto como empieza a llover o hacer un poco más frío, el cuerpo de inmediato se deshace de litros de líquido que ha dejado de serle necesario.

  2. El glucógeno. Junto con cada gramo de carbohidrato que tu cuerpo almacena en forma de este elemento, se detiene, además, tres gramos de agua. Si por la noche comiste un trozo de pastel, por la mañana, la báscula puede indicarte hasta un kilo de más. Pero no te asustes — no es grasa, sino, el agua, de la cuál es fácil deshacerse. Pero aún así, es mejor no pasar de la raya con postres.
  3. El peso de una mujer puede variar en función de su fase del ciclo menstrual. No solo por el aumento del apetito, sino también, debido al edema. Especialmente, en la última semana antes del inicio de un nuevo ciclo. Por lo tanto, es mejor no medir el peso en este período — cuida tu estado de ánimo.
  4. Edema. Si has aumentado drásticamente el contenido de sal en tu dieta, lo más probable es que esto, a su turno, produzca un significativo aumento de peso. De la misma manera, cuando empiezas a consumir menos sal, el peso también disminuye.

    Ten en cuenta que el organismo se adapta a un nivel estable del consumo de sal gracias a la emisión de la hormona de aldosterona. Si sueles consumir mucha sal, un paquete de cacahuetes salados no te hará nada. No obstante, después de una larga dieta sin sal, un solo cacahuete te provocará una verdadera «explosión» de sal en el organismo.

    Además, un edema grave puede indicar los fallos en el funcionamiento de los riñones.

Por eso, las indicaciones de la báscula no siempre son de gran uso. Para determinar tu peso real, debes tener en cuenta los siguientes indicadores.

  1. El tamaño de la cintura. Procura tomar tres medidas de la cintura cada semana: en la zona del ombligo, 5 cm más arriba y 5 cm más abajo. Ten en cuenta todos los parámetros, y si tu cintura se te está haciendo más estrecha, entonces, la cantidad de la grasa en tu cuerpo se está reduciendo con éxito, y viceversa. Además, puedes medirte los muslos y otras partes del cuerpo.
  2. El nivel de la energía. Si el objetivo de tu dieta es crear un déficit de calorías en el cuerpo, lo activa que te sientas será un buen indicador del éxito. Cuando la báscula indica más kilos de lo habitual, pero te sientes fuerte y enérgica – entonces, estás acumulando la masa muscular (la cuál, como se sabe, pesa más que la grasa).
  3. Edema. Si por la mañana tus párpados parecen ser pequeñas almohadas, es mejor no agotarte con ponderaciones, y esperar hasta que el organismo se deshaga del exceso de líquido. Con este fin, sigue una dieta sana y controla el consumo del agua durante algunos días.

Además, si has decicido controlar tu peso, necesitas conocer los indicadores básicos de la relación entre la altura, el peso y la edad.

A partir de ahora, dejarás de desanimarte y atormentarte con dietas, al ver que la báscula indica unos tres kilos de más. ¡Comparte esta información útil con tus amigos!

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