Vitamina D: quién puede tomarla y quién no

No es ningún secreto que cada seis meses nuestro cuerpo se reconstruye. Depende de muchos factores, pero la duración del día juega un papel clave. Bajo la influencia de la luz solar, nuestro cuerpo produce activamente vitamina D, mientras que en la estación fría este uno de los productos farmacéuticos más populares.

Sin embargo, no debes confiar en los especialistas en marketing e incluso en la experiencia positiva de tus conocidos. En este artículo, hablaremos del hecho de que las vitaminas no siempre son buenas para la salud. Y también sobre el daño de la vitamina D, que los vendedores no te informarán.

DAÑO DE LA VITAMINA D

Las vitaminas son un arma de doble filo. Especialmente ahora, durante una pandemia, cuando las personas buscan formas sencillas y rápidas de protegerse del virus. Muchas personas olvidan cuán mala puede ser la falta de determinadas sustancias en el organismo como de peligroso su exceso.

¡Y realmente así es! Cuando la concentración de vitamina D es baja, la resistencia de la persona promedio a los virus disminuye e incluso comienza la depresión estacional. También es responsable de la salud del sistema reproductivo y de la sensibilidad a la insulina (no es por gusto que a menudo ganemos kilos de más en invierno).

Pero incluso la vitamina D tiene sus contraindicaciones. Si perteneces a uno de los siguientes grupos, no puede prescindir de consultar a un médico. No debes tomar vitamina D si padeces:

  • Hipersensibilidad
  • Hipercalcemia (aumento de la concentración de calcio en la sangre)
  • Hipercalciuria (aumento de la concentración de calcio en la orina)
  • Tuberculosis

Desafortunadamente, esto no significa que todos sean inmunes a los efectos secundarios. Dado que la norma es diferente para todos, y muchos consideran necesario consumir vitaminas en invierno, existe un alto riesgo de sobredosis. Esto afecta a nuestro cuerpo de la siguiente manera.

  1. En primer lugar, aumenta el nivel de calcio en sangre. Esta condición se caracteriza por sed, micción frecuente y formación de cálculos.
  2. Deterioro de la digestión, que puede manifestarse como dolor abdominal o diarrea y estreñimiento.
  3. Los problemas renales comienzan (o empeoran).

  4. El sistema musculoesquelético puede verse afectado. Principalmente debido a la alta concentración de vitamina D que conduce a la pérdida ósea.
  5. Todo esto, junto con un aumento de calcio en la sangre, está plagado de náuseas, mareos y pérdida de apetito.

Solíamos pensar que las vitaminas eran complementos inofensivos y saludables, como las frutas. Pero es importante recordar que la dosis de nutrientes en ellos es diez veces mayor que en una fuente natural. Y puede ser tóxico para nuestro organismo si se usa incorrectamente. Así que ten cuidado y en ningún caso te automediques.

¿Perteneces a alguno de estos grupos d riesgo? Escríbenos en los comentarios cómo controlas la estabilidad de tu organismo, danos un Me Gusta y no olvides compartir este enlace y tu opinión con las amistades de las redes sociales.

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