Los conceptos básicos de una nutrición adecuada indican que debemos comer casi cada 3 horas, preferiblemente en pequeñas porciones. Sin embargo, en la práctica, y sobre todo durante una ajetreada jornada laboral, resulta difícil acomodar todas estas comidas. Entonces, ¿qué hacer? La solución es fácil: meriendas. Cada quien pone su propio significado en este concepto, pero de antemano te advertimos: ¡un bocadillo no es una barra de energía de chocolate! Deja de lado la pereza, y pon manos a la obra en pos de un refrigerio saludable.
Las galletas de linaza son una excelente opción: satisfacen el apetito rápidamente, y son lo suficientemente sanas para tu organismo. Con este menú no te arriesgas a pasarte de calorías: ¡nada de huevos, grasas animales y toneladas de azúcar! Y las semillas de lino son un bono útil para la digestión. Su único inconveniente: se terminan demasiado rápido.
Ingredientes
- 135 g de Harina de trigo
- 25 g de Azúcar
- 1 pizca de sal
- 2 cucharadas de Semillas de lino
- 50 ml de Agua
- 50 ml de Aceite de girasol
Pasos a seguir
- Mezcla la harina tamizada con sal, azúcar y linaza.
- Mezcla el agua con aceite, prende fuego y pon a hervir. Luego, vierte en un recipiente sobre la mezcla seca. Usando una espátula, amasa rápidamente la masa, y déjela reposar durante 15 minutos.
- Estira la masa en una capa de 0.5 mm de grosor, y corta en cuadrados pequeños. Coloca las galletas en una bandeja para hornear cubierta con pergamino.
- Hornea por unos 10 minutos (hasta que se dore) a 200 grados.
De acuerdo, ¡la preparación es categóricamente simple y se ve genial!
Consejo: prepara una porción doble o incluso triple de la masa. Hornea la cantidad correcta de galletas, y congela el resto de la masa. Cuando llegue el momento adecuado, solo necesitas descongelar la masa, formar galletas y hornear. ¡Perfectas para una buena fiesta de té!