Por qué tienes que enseñar a tu madre a hacer la postura de la vela doblada

A menudo la gente se niega a hacer ejercicio en casa, argumentando que no tiene tiempo para hacer muchos ejercicios y que un par o tres no servirán de nada. Esta forma de pensar es errónea. Incluso un solo ejercicio puede suponer una gran diferencia en tu bienestar. Por ejemplo, este ejercicio para la espalda y las piernas tiene un efecto beneficioso en casi todo el cuerpo.

Ejercicio para la espalda y las piernas

El yoga nos ha dado muchos ejercicios maravillosos que cualquiera puede hacer. Su complejidad puede ajustarse fácilmente en función de las capacidades de cada persona. Una de las asanas más beneficiosas hoy en día es la Viparita Karani (postura de la vela doblada).

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¿Por qué exactamente esta postura es tan necesaria para la persona moderna? Todo su efecto positivo se basa en el estado invertido de su cuerpo. Todos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo, se ejecutan en la dirección opuesta en esta misma postura.

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Ayuda a aliviar el estrés y la tensión. Gracias a esta disposición de las piernas y la espalda, podemos relajarnos completamente. Como en muchas otras asanas de yoga, esta postura no necesita una acción activa. Por este motivo, funcionará bien para quienes estén cansados tras la jornada laboral.

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Cómo adoptar correctamente la postura de la vela doblada

  1. Siéntate con el lado izquierdo contra la pared.
  2. Túmbate con cuidado sobre el lado derecho. Asegúrate de que ambos gluteos tocan la pared.
  3. Apoya lentamente los pies en la pared, ayudándote con los brazos, y rueda hacia el lado izquierdo.
  4. Relaja los brazos y llévalos con las palmas hacia abajo si sientes que necesitas calmarte y poner los pies en la tierra. Esta postura es más adecuada para la noche. Para un ejercicio matutino, es mejor girar las palmas hacia arriba para estar abierto a recibir energía.

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Para los principiantes, es mejor no esforzarse demasiado y mantener esta postura durante no más de 10 minutos. Poco a poco conviene triplicar el tiempo. ¿Qué puedes hacer si al principio te resulta incómodo tumbarte en la postura de la vela doblada? Prueba a ponerte un pequeño rollo blando o una almohada debajo de la parte baja de la espalda. Mantén las nalgas y los talones lo más cerca posible de la superficie de la pared.

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Su práctica diaria ayudará a mejorar los procesos digestivos, así como a aliviar la tensión muscular. Lo mejor es que con esta postura no es necesario moverse en absoluto. En este caso, menos es mejor. Puedes escuchar música o un audiolibro relajante. O puedes echarte una siesta después. Tu cuerpo te lo agradecerá.

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