Si incluyes estas valiosas semillas en tu dieta diaria… ¡Esto es lo que le ocurrirá a tu cuerpo!

«Lino utilísimo»… Increíblemente, pero es justo lo que dice el nombre científico del lino o linaza: Linum usitatissimum. ¿Quién habría pensado que sus pequeñas semillas podrían tener un poder tan extraordinario?

Esta planta herbácea, perteneciente a la familia de las lináceas, es ampliamente utilizada por la industria textil y alimentaria. Además, gracias a la composición única de sus semillas, se utiliza para prevenir y tratar muchas enfermedades de distinta naturaleza: desde el estreñimiento hasta graves problemas cardiacos.

Las semillas de lino son de gran utilidad para todos aquellos que estén a dieta, ya que son ricas en grasas digeribles y fibra. Su consumo inmediatamente aporta una sensación de saciedad, a la vez que aumenta el valor nutricional de otros alimentos.

¿Por qué son tan útiles las semillas de lino?

El principal beneficio de estas semillas radica en sus 3 componentes primarios: fibra, ácidos grasos poli-insaturados y lignina. Además, son ricas en vitaminas del complejo B, vitamina E, yodo, calcio, zinc, hierro, caroteno, magnesio, azufre, fósforo, potasio, silicio, cobre, níquel, manganeso, molibdeno, cobalto y cromo. ¡¿Con tantos compuestos, cómo no van a ser saludables?!

  1. Fibra

    Estas fibras de tejido vegetal, solubles e insolubles, controlan el nivel de colesterol malo (LDL) en la sangre, mediante el bloqueo de su absorción en el intestino.

  2. Ácidos grasos

    La linaza es la fuente más rica de ácidos grasos omega-3. Este componente esencial de las membranas celulares mejora el flujo de sangre y ayuda a prevenir la formación de los temidos coágulos sanguíneos, que causan ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

    La combinación de fibra y ácidos grasos insaturados hace de la semilla de lino un arma eficaz en la reducción del colesterol.

  3. Lignina

    Este poli-fenol actúa como un poderoso antioxidante, superando en rendimiento incluso a la vitamina E. Su fuente más rica se encuentra en la cáscara de las semillas de lino. En conjunto con los fito-estrógenos (sustancias vegetales con propiedades similares a la hormona femenina estrógeno), la lignina ayuda a combatir el cáncer de mama.

Consume las semillas de lino 30 minutos antes de cada comida principal. Para un mejor efecto profiláctico y terapéutico, utiliza un molinillo de café para molerlas justo antes de su uso. Una cucharada sopera de la harina seca resultante será suficiente. No obstante, el resultado deseado dependerá del curso del tratamiento y podría durar algunos meses.

Contraindicaciones

Al igual que la mayoría de los remedios naturales, la semilla de lino también tiene contraindicaciones: diarrea, obstrucción del esófago o del intestino, cálculos biliares, cálculos renales, enfermedades del útero y los ovarios, embarazo, y la diabetes. Recuerda siempre consultar a tu medico antes de comenzar cualquier tratamiento.

Los primeros efectos del consumo diario de la linaza se notarán a las 2 semanas: comenzarán a desaparecer los problemas de la piel, el cabello cobrará brillo y se revitalizará, la digestión mejorará, y se reducirán las reacciones alérgicas.

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