Cómo limpiar las ventanas sin que queden rayas: el truco de las medias

Voy a ser sincera, lavar los cristales es una tarea que solía aplazar durante mucho tiempo. En primavera, sólo las brillantes vacaciones de Semana Santa conseguían que cogiera un trapo. La situación cambió cuando una vecina de la planta baja me contó cómo ella lava fácilmente las ventanas sin dejar rayas utilizando una media de caprón. Este método simplifica mucho la tarea, ya que no es necesario frotar los cristales con un trapo seco o papel de periódico durante un largo rato, para eliminar las gotas sueltas.

Probablemente tengas medias viejas con flechas o enganches en algún cajón olvidado. No te apures en tirarlas, lo mejor es utilizarlas para un trabajo útil. No obstante, para deshacerte de las rayas en las ventanas, además de las medias, necesitarás una rodaja de limón. ¿Por qué? Te lo cuento a continuación.

Cómo limpiar los cristales sin que queden rayas

Los finos hilos de caprón no se desmenuzan y no permanecen en la superficie del cristal. Además, atraen mágicamente el polvo y hacen frente perfectamente a la suciedad pequeña y persistente, por ejemplo, los excrementos de insectos.

Instrucciones paso a paso

  1. Llena un cubo con 4-5 litros de agua templada y pon en él una rodaja de limón. El ácido neutralizará la cal del agua sin darle la oportunidad de depositarse en el cristal.
  2. Empapa un paño de microfibra o lino en el cubo, escúrrelo ligeramente y lava la suciedad de las ventanas. Ten cuidado si tienes un alféizar de piedra: el zumo de limón puede dañar la superficie.
  3. Recoge las gotas con una rasqueta especial para agua (también llamada escurridor) o quítalas con un paño de gamuza.
  4. Ponte una media de caprón en la mano y pásala por las ventanas para eliminar cualquier resto de agua o polvo.

Cómo limpiar cristales muy sucios

A veces el agua y el limón no bastan para limpiar las ventanas sucias. Los excrementos de pájaros, las cenizas, el polvo y la grasa acumulados durante mucho tiempo no se quitan con facilidad. En estos casos, necesitarás uno de estos remedios.

  1. Mezcla 0,5 litros de agua con 70 ml de vinagre al 9% y una cucharadita de detergente lavavajillas. Aplica la solución resultante a una esponja o una fregona especial y limpia los cristales, restregando todos los contaminantes. A continuación, aclara la superficie con agua y seca con un paño, repasando las ventanas con una media de caprón.
  2. Vierte 5 cucharadas de tiza o polvo de dientes en 1,5 litros de agua y aplica la mezcla resultante en las ventanas. Deja el remedio durante una hora, y después de secarse, retíralo con un paño seco, periódico o media.
  3. Diluye 3-4 ml de amoniaco en 3 litros de agua. Primero aplícalo sobre los cristales y después lávalos con agua limpia. También puedes añadir unas gotas de glicerina a la solución para abrillantar el cristal.

Estos sencillos trucos te ayudarán a ahorrar tiempo en la limpieza de cristales. Incluso las empresas de limpieza profesionales recurren a veces a estos medios improvisados. ¡Toma nota y comparte este artículo con tus amigos!

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