Aunque resulte triste darse cuenta de ello, hay muchas más falsificaciones de queso en las estanterías de nuestras tiendas que auténtico queso duro. La cuestión es que los fabricantes abaratan enormemente este producto añadiéndole una enorme cantidad de sucedáneos de la leche, incluido el aceite de palma. Este último contiene una cantidad escandalosa de grasas vegetales para el organismo: ¡incluso un trozo pequeño puede superar la norma diaria! Por eso todo el mundo debería saber cómo elegir el queso de calidad.
Las consecuencias de comer queso de baja calidad son muy decepcionantes: el exceso de grasa obstruye los vasos sanguíneos, asesta un fuerte golpe al hígado y al páncreas. Imagínate el daño irreparable que puede causar un producto de queso en el organismo de un niño. Por eso, la redacción de ¡Simplemente Genial! ha decidido averiguar cuál es el queso que no es falso.
Cómo distinguir un queso de un producto a base de queso
Atención al envase
Algunos fabricantes lo indican directamente en el envase. Les agradecemos la verdad, pero creemos que este tipo de productos alimenticios no deberían estar presentes en absoluto en las tiendas. A menudo, el producto de queso es mucho más barato que el queso de verdad. Mantente alerta y no caigas en el anzuelo de lo barato. Es mejor comer menos queso de verdad que un trozo decente de un producto de queso, pues de lo contrario no se evitarán los problemas de salud.
Nada de al vacío
Los expertos en alimentación no dejan de repetirlo: ¡el queso es un producto vivo que necesita respirar! No tolera la asfixia y sencillamente empieza a perder sus cualidades. Pero, aunque no seas un apasionado gourmet, evita los productos precintados.
Elige un trozo cortado de una pieza entera, así tendrás menos posibilidades de caer en una falsificación. Presta atención a la corteza del trozo de queso. No debe tener grietas ni placa, de lo contrario se corre el riesgo de comprar junto con el queso bacterias nocivas o comprar queso caro, pero completamente intragable.
Aspecto del queso
El queso de calidad se caracteriza por un dibujo uniforme, una estructura homogénea e incluso agujeros simétricos. La textura del queso puede decir mucho sobre la tecnología de producción y almacenamiento. Nunca aceptes un trozo que parezca arrugado o fundido, aunque se trate de un queso blando como el Brie o el Dorbleu.
Si eres fan del parmesano y otras variedades similares, debes fijarte en el precio y la reputación del fabricante. En los demás casos, nuestro test te ayudará.
Cómo elegir queso con una sencilla prueba
Toma una loncha de queso comprado a temperatura ambiente y dóblala suavemente en ángulo recto. El queso no debe agrietarse al doblarlo. Sería conveniente evitar el queso suelto que se desmorona y se arruga con facilidad. Lo más probable es que se trate de aceite de palma mezclado con leche en polvo y colorantes.
Si comer un producto de dudosa calidad no es suficiente motivación, piensa en lo bueno. ¡Cuántas bonificaciones agradables obtienen quienes eligen el queso con cuidado! En primer lugar, un producto de este tipo contiene una gran cantidad de proteínas de fácil digestión (alrededor del 30%). En segundo lugar, contiene al menos seis grupos de vitaminas. Y, en tercer lugar, es mucho más sabroso.
¡Estate atento y consume sólo productos sanos! No pienses que un arte tan delicado como la fabricación de queso puede ser barato. Y tampoco te fíes de los descuentos. Cuida tu salud y la de los tuyos, ¡envíales esta tan útil información!