¿De dónde viene la idea de que los ancianos sabios tienden a elegir la soledad frente a la socialización con familiares y amigos?

¿Cuáles son las ventajas de no comunicarse con los familiares en la vejez? ¿Y por qué es mejor concentrarse en los propios pensamientos que escuchar a los demás? Éstas son las preguntas a las que responderemos en este artículo. Para ser más precisos, la respuesta no la daremos nosotros, sino la protagonista de nuestra historia de hoy, Maria.

Me pregunto si estás de acuerdo con nuestra narradora en que un poco de intimidad es mejor que una compañía ruidosa… ¡No dudes en comentar esta cuestión! Mientras tanto, damos la palabra a nuestra Maria.

NEGATIVA A SOCIALIZAR

«Ahora tengo 63 años y prácticamente no tengo contacto con mi familia. Después de cumplir 60 años me di cuenta de lo efímero que es el tiempo. Así que, sencillamente, no tengo derecho a malgastarlo más en cháchara…

Antes veía a mis amigas todos los fines de semana y llamaba a mis hermanas pequeñas al menos tres veces por semana. Cuando era más joven, no había día que no pasara sola. Ahora es completamente diferente…

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Disfruto estando a solas con mis pensamientos. Por supuesto, no me he convertido en una reclusa y mantengo cierto contacto con mis allegados. Pero al mismo tiempo, intento no imponerme y trato de distanciarme de quienes no respetan mi espacio personal.

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Un gran clásico ruso, Fiódor Dostoievski, señaló una vez que, con la edad, un hombre sabio tiende a elegir entre la comunicación y la soledad, dando preferencia a esta última. Al fin y al cabo, la comunicación es una especie de manjar, que se debe degustar con moderación. Y debo decir que estoy completamente de acuerdo con esto.

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Ahora me doy cuenta de que la soledad no es un castigo para una persona mayor, sino un don precioso. Antes me entraba una morriña terrible cada vez que estaba sola. Ahora, la soledad me permite reflexionar sobre mi vida en paz y aprender a disfrutar de cada momento…

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Muchos psicólogos aconsejan hablar más a menudo de los problemas con la familia. Se supone que es útil hablar las cosas para no acumular emociones negativas. Yo, en cambio, creo firmemente en la idea de que es mucho más útil analizar los propios pensamientos que hablarlos en voz alta».

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¿Qué opinas de esto? ¡Nos encantaría conocer tu opinión sobre el tema en los comentarios! Mientras tanto, ¡nos despedimos y te deseamos un hermoso día!

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