Hoy en día, el peso excesivo es el problema de muchas mujeres. Mientras puedes cambiar tu rostro completamente con la ayuda de cósmeticas, los kilos de más, lamentablemente, no se ocultan con maquillaje. Por eso, un cuerpo hermoso hoy se valora muchísimo, y las mujeres gastan mucho tiempo en lograrlo.
La redacción de «Simplemente Genial» quiere compartir contigo una dieta muy sencilla y efectiva, llamada «Cerilla». ¡Muchas mujeres ya la han probado y estimado el resultado! Lo más agradable es que, con la ayuda de este método, pierdas peso sin tener que ayunar o limitar tu menú estrictamante.
La dieta más rápida
El nombre de esta dieta se debe a que gracias a ella, los kilos de más se quemen tan rápido «como una cerilla encendida». El principio clave de este modo de adelgazamiento es el rechazo de los productos cárnicos y la transformación de tu menú en una especie de dieta vegetariana no muy esctricta. El curso de la dieta dura una semana.
Lo más interesante es que este método se le recomiende no solo a la gente que sufre de sobrepeso, sino además, a los que padecen las enfermedades del tracto gastrointestinal. Esta dieta es parte del programa del tratamiento.
Los principios clave de la dieta «Cerilla»
- Excluye de tu régimen todos los platos de carne y pescado. Solo se puede comer caldo de pescado o pollo. Durante el curso, debes reducir tu menú a papillas, cereales, frutas y verduras.
- Cada vez que sientas hambre, consume cereales con fibra, es que la fibra se digiere muy lentamente. Así, prolongarás la sensación del estómago lleno por mucho tiempo. La fibra frecuentemente se consume acompañada con agua, yogur o té. Puedes, también, completar otros platos con fibra.
- Si tu objetivo no es solo mejorar la salud, sino también, ponerte en forma, completa esta dieta con ejercicio físico. Aún unos 15 minutos de calentamiento por la mañana y por la tarde pueden dar un resultado notable.
Para esta dieta, no hay un menú esctricto, puedes diversificar tu alimentación con productos y platos muy variados. Para desayunos, almuerzos y cenas equiliblados, fíjate en la cantidad de calorías en los productos consumidos.
Un ejemplo del menú
- Desayuna cereales u otros granos (excepto la sémola: digerirla es un trabajo difícil para el estómago, y es alta en calorías). Agrega a los cereales un par de cucharadas de fibra, hervida en leche. Además, puedes añadir una cucharada de aceite. No agregues azúcar. Si lo deseas, puedes añadir ½ manzana o ½ pera y unas uvas.
Están prohibidos los plátanos, el aguacate y otras frutas nutritivas. Después del desayuno, puedes tomar infusión o una pequeña taza de café. El desayuno no debe superar 200 kilocalorías.
- Para el segundo desayuno, toma 3-4 manzanas pequeñas, o higos, o ½ pomelo y una pera grande — elige lo que te gusta. Consume tantas infusiones sin azúcar, cuántas quieras.
- Almuerza 300 ml de sopa ligera de vegetales. Puedes prepararla a base del caldo de pescado o pollo. No agregues sofrito a la sopa, pero sí puedes echarle sal. Un almuerzo así contiene 270-330 kilocalorías.
- Merienda 200 ml de yogur bajo en grasa.
- Cena 200-250 g de ensalada de zanahoria cocida, ciruelas pasas y remolacha. Puedes sustituir estos componentes por otros: por ejemplo, mezclar zanahorias y manzanas ralladas con el col chino y adereazar la ensalada con una cucharada de miel.
Sigue esta dieta durante una semana, y no más de una vez al mes. Aunque este régimen no tiene contraindicaciones, sería mejor consultar con un gastroenterólogo o terapeuta — en el caso de esta o cualquier otra dieta.
¡Comparte con nosotros tus métodos más efectivos en los comentarios abajo, sería muy interesante conocerlos!