Habitación secreta en el palacio de Catalina II, para los más íntimos placeres. ¡Solo mira su decoración!

Catalina II es conocida por su inmensa pasión. Fueron más de 20 los favoritos de la Emperatriz. Por supuesto, este comportamiento de la señora gobernanta fue motivo para varios chismes y cuentos. Algunos de ellos no tenían nada que ver con la realidad, otros, por el contrario, eran tan verdaderos que rallaban en la ficción…

Muchos historiadores dicen que Catalina tenía una habitación íntima y especial, en la que se entretenía con su último favorito, Platon Zubov. Es de suponer que este lugar se encontraba en el Palacio de Gatchina o en Tsarskoe Selo. Por cierto, en ese momento la emperatriz tenía 60 años, y su amante de entonces solo 22 años.

La situación en la habitación correspondía a su nombre. Por ejemplo, instalaron una mesa original, cuyas patas semejaban penes, que crecían fuera del pecho femenino.

Complementando la mesa, existía una butaca, que no se distinguía por la modestia.

La mundialmente famosa subasta «Sotheby’s», recientemente puso a la venta dicha mesa. Pero ciertamente, no hay evidencia de que esta sea la original.

El director belga Peter Vodich filmó una vez la íntima habitación de Catalina, y dijo que su padre había visto fotos extrañas tomadas por soldados durante la guerra.

Supuestamente, una de las habitaciones estaba completamente decorada con un estilo erotómano. Tiempo después, el mismo Peter vino a Rusia y comenzó a preguntar acerca de este lugar, pero los trabajadores del museo se negaron rotundamente a dar comentarios…

Entre otras leyendas, destaca la historia del círculo íntimo de Catalina II, que frecuentaba el Hermitage. Además de los hombres, también acudían algunas mujeres. Tales compañías son un misterio.

Bueno, antes de finalizar, una historia más… después de la muerte de la emperatriz. Dicen que lo inventaron en Polonia, cuyos habitantes, después de la partición de la Commonwealth polaco-lituana, estaban muy «agradecidos» con Catalina. Pero la historia fue particularmente popular entre la corte francesa.

Presuntamente, poco antes de su muerte, Catalina quiso entablar una relación íntima con un animal, un caballo. El animal fue juntado sobre la emperatriz y atado. La gran idea terminó con el hecho de que la emperatriz murió debido a una ruptura de órganos internos…

Personalmente, no puedo imaginar que la última historia realmente hubiese sucedido. ¡Asegúrate de compartir tus reflexiones sobre estas historias en los comentarios!

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