Hay mucha información en los medios de comunicación sobre los peligros de las bebidas alcohólicas. No olvidemos mencionar las bebidas carbonatadas dulces, por ejemplo, Coca-Cola, que puede causar obesidad. Pero al mismo tiempo, debes saber que un vaso de este refresco puede hacer más daño al cuerpo que un vaso de alcohol fuerte.
Mucha gente piensa que el daño de Coca-Cola radica solo en el contenido de una gran cantidad de azúcar. Hasta cierto punto tienen razón. Debido a esta bebida, los niveles de azúcar en la sangre aumentan y la presión arterial se eleva. Toda la glucosa que está presente en el dulce veneno se convierte en grasa corporal.
De hecho, una de las causas importantes de diabetes, caries y exceso de peso es el uso de bebidas carbonatadas. Pero resulta que esto es solo una pequeña parte de todas las consecuencias.
La Coca-Cola contiene ácido fosfórico, que se une a elementos importantes como el calcio, el magnesio y el zinc en los intestinos. Un poco más de una hora después, estos elementos se excretan del cuerpo, por lo que no obtendremos suficientes de ellos… Como resultado, nuestros huesos se vuelven más frágiles y nuestro metabolismo se ralentiza. Esto es especialmente peligroso para los niños y los ancianos, ya que tienen huesos frágiles.
Todas las bebidas energéticas y los zumos con conservantes dan el mismo efecto, ya que contienen mucha azúcar.
La próxima vez que desees comprar un refresco azucarado para las fiestas, considera este artículo. El placer rápido puede costarte la salud…
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