El organismo humano es el más complejo de los sistemas. El poder de las palabras y del pensamiento humano tiene una energía curativa inimaginable – parece inútil tratar cualquier enfermedad sin curar lo espiritual. Para lanzar los poderes curativos, es necesario aumentar el nivel de energía vital interna. ¡De esta manera, podrás vencer con éxito la enfermedad y recuperar tu salud!
Reglas de curación
Hoy nuestra edición comparte contigo simples recomendaciones que te enseñarán a recuperar tu salud y el alma, la felicidad y la paz. Intenta implementar estas recomendaciones, independientemente que tengas un problema o no. Verás la vida diferente. ¡Cura tu cuerpo tú mismo!
- Bebe 0.5 litros de agua limpia, tres veces al día. Durante el procedimiento, repite: «¡Estoy sano, estoy curado!»
- Encuentra tiempo para automasajearte. Un masaje de 10-15 minutos al día te brindará energía y vitalidad. Simplemente frota el cuerpo seco con las manos, presta especial atención a la cabeza, el cuello, el pecho y los pies.
- Acostúmbrate a acostarte a las 22:00 horas, levántate con los primeros rayos del sol. Cuando vayas a la cama, pronuncia para ti: «Ahora voy al país de la curación, donde seré sanado». Sí es posible, duerme a la hora del almuerzo, pero no más de una hora.
- Presta atención a tu respiración. Debe ser suave, libre, sin abrazaderas, con una sensación de alegría interior. Intenta respirar de a 2-3 veces más que la inhalación y no olvides controlar la respiración durante el día.
- Elabora una lista de palabras sanadoras, repítelas todos los días varias veces. Por ejemplo: «¡He sido sanado, estoy sano! La energía curativa está entrando en mí. Ella sana mis órganos. Mi hígado, cabeza y riñones se vuelven saludables».
- Intenta separar los problemas de salud de tu cabeza. No pienses y no hables de enfermedades. ¡Eso es lo más importante!
- Con mayor frecuencia posible, disfruta de la naturaleza, de la unidad con la tierra, mira hacia el cielo y admira las nubes. El buen humor y el aire fresco son garantía de buena salud.
- Escucha música alegre y enérgica durante el día y relájate por la noche. ¡Baila, canta, disfruta el momento!
- Come de 5 a 6 veces al día en pequeñas porciones comida casera libre de grasas. Prepara las gachas por la mañana, come ensaladas, chucrut, pan casero. Pero es necesario olvidarse de las bebidas vasoconstrictoras: nada de té, café, alcohol.
- ¡Intenta tranquilizarte! Ahora de abajo hacia arriba ve mojando todo el cuerpo – primero mójate los pies con agua fría, luego las rodillas, ve subiendo poco a poco, hasta que llegues a la cabeza, hasta que derrames toda el agua. Durante el ritual, piensa en curar tu cuerpo.
- Comienza a practicar deportes. Para ello, no es necesario ir al gimnasio – ¡la gimnasia en el hogar es lo que necesitas! Haz cuclillas, trota en el lugar, flexiona los brazos y entrena con pesas. Lo principal es sudar rápido.
- Un día a la semana haz huelga de hambre. Si no puedes quedarte sin comer, entonces come menos ese día. Antes del día de ayuno y durante el mismo, repite a ti mismo: «Estaré sano con la ayuda de este mensaje. ¡Seré curado!»
- Dirije conversaciones tranquilas y emocionales con tus seres queridos. Esta es una forma maravillosa de intercambiar energía positiva, que lleva al interlocutor a un estado armonioso.
- Elimina todos los canales que promueva información negativa. Piensa solo en lo bueno. Mira comedias, lee libros, escucha tus canciones favoritas. No debe haber información complicada e irritante, ¡solo emociones agradables y positivas!
- ¡Haz un ejercicio muy fuerte! Toma un pequeño respiro, luego aprieta tu boca y nariz con tus dedos. Di la frase: «¡Quiero vivir!» Toma una siesta y repítelo de nuevo.
Esta práctica le indica a tu cuerpo un fuerte deseo de vivir, y entonces las enfermedades comenzarán a retroceder. Sorprendentemente, muchas enfermedades a menudo provienen de la desvalorización del subconsciente.
- Deja 5 minutos al día para los buenos pensamientos. Siéntate cómodamente y piensa desde el fondo de tu corazón: «¡Que las personas estén sanas,y todos estén bien!»
- Todos los días, imagina tu futuro como una persona sana y feliz. Por ejemplo, donde te ves riendo y alegre en un lugar familiar. Estos pensamientos están cargados con una fuerte energía vital y son saludables.
- El elemento más importante. Apela a la ayuda de Dios. Ora, ve al templo y pide sanación. ¡Estarás sano!
Disfrutando de buena salud, descubrirás enigmas de las potencialidades ocultas en tu propio organismo, sentirás alegría y brillante florecimiento. Si estás interesado en esta práctica de autocuración, asegúrate de leer el libro de Louise Hay «Cúrate a ti mismo».
En ella, el reconocido psicólogo brinda una serie de consejos generales que ayudan a mantener la alegría, la salud, el buen estado de ánimo, lograr éxitos y ser feliz. Asegúrate de leerlos y no olvides compartir tu opinión en los comentarios.