Recuerdo desde pequeño que mi padre siempre sufría de la presión alta. Al principio, trataba de ignorar la enfermedad, hasta que un día fue diagnosticado con «hipertensión» en el examen de rutina. Se le especificó tomar varios medicamentos, importantes para su enfermedad, y desde entonces su vida ya no era la misma… hasta un día.
Tres meses atrás, un amigo de mi papá vino a visitarnos desde San Petersburgo. Resultó que él también era hipertenso durante mucho tiempo, hasta que un día se familiarizó con el método de tratamiento de las enfermedades del corazón, propuesto por el especialista Sergei Bubnovsky.
El profesor Sergei Bubnovsky es un reconocido médico ruso, MD y autor de numerosos libros. Años atrás él mismo escapó de las garras de esta enfermedad. Sorprendentemente, no hizo uso de los medicamentos. Veremos qué fue lo que utilizó.
¿Cómo curar la hipertensión?
La hipertensión arterial, según el Dr. Bubnovsky, es la pandemia del siglo. Con ella comienza el desarrollo de arritmias, cardiopatía isquémica, tromboembolismo e incluso diabetes mellitus tipo II.
Y todo se debe a que el músculo cardíaco, el miocardio, deja de hacer frente al volumen de sangre, ni mantener la velocidad del flujo sanguíneo en la circulación general. Ya que fluye por verdaderos circuitos cerrados, y el flujo sanguíneo es rápido a presiones elevadas.
Según la OMS, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo: razón por la cual mueren tantas personas cada año.
El profesor manifiesta que, en lugar de asignar un gran número de medicamentos antihipertensivos a las personas que padecen de hipertensión, vale la pena analizar el modo de vida del paciente y descubrir qué fue lo que provocó la aparición de la hipertensión.
El Dr. Bubnovsky asegura: «Ningún cardiólogo en el mundo puede mostrar a un paciente que se ha recuperado de la hipertensión tomando solo medicamentos». Es decir, primero comienzas por una píldora y luego terminas con un puñado entero… «Por supuesto, en casos agudos, se puede y se debe usar tales medicamentos, pero no todos los días.
Según la OMS, 17.5 millones de personas mueren de enfermedades cardiovasculares cada año.
Para curar la hipertensión, primero, es necesario comprender qué es una enfermedad hipertensiva. Y, de hecho, consiste en una sobrecarga del músculo cardíaco. Este es un músculo, y funciona de la misma manera que todos los músculos a través de la propiedad de contracción y relajación.
La actividad física diaria durante media hora ayuda a prevenir el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.
Es por eso que Sergei Bubnovsky aconseja a todos aquellos que quieren deshacerse de los saltos de alta presión, realizar al menos dos ejercicios que inhiben la exaltación excesiva de la velocidad y el volumen de la circulación sanguínea – ayudando de este modo normalizar la actividad cardíaca.
Por lo que te proponemos realizar dos ejercicios simples pero muy efectivos. Esta gimnasia se indica a los pacientes con estadios I y II de enfermedad hipertensiva.
- Puedes caminar para calentar. En dos minutos puedes alternar diferentes formas de caminar: caminar sobre las puntas, cruzar pasos, caminar sobre los talones, paso tras paso.
Las formas de caminar deben cambiarse cada cinco pasos. Vale la pena tener cuidado para garantizar una respiración estable.
- Para este ejercicio servirá una silla u otro objeto alto, por ejemplo una mesa o banco, con el que haremos flexiones.
Las manos descansan en la silla, las piernas están detrás, colocadas según el ancho de los hombros. La cabeza y la mirada hacia adelante, el cuerpo no debe estar colgado. Al inhalar, debes doblar los brazos en los codos y bajar el cuerpo. Con exhalación, endereza los brazos y levántate con el sonido «Ha».
Primero, debes realizar cinco flexiones y, muy importante, beber unos sorbos de agua – para que no haya deshidratación de los vasos cerebrales. Cada push-up debe durar aproximadamente lo mismo, tomando de 20 a 30 segundos. Intenta hacer 2 x 5 veces y, finalmente, pasa a 10 x 5 veces.
- Este ejercicio también se realiza usando una silla. En posición de sentado, coloca ambos pies de forma que queden frente a ti en línea recta.
Levántate de la silla y mantén el equilibrio. Siéntate de nuevo. Para elevarte es necesario que exhales, y para sentarte – aspires. Después de haber completado todo el ciclo de estos ejercicios, debes adoptar la postura del cochero y solo respirar durante dos minutos.
Recomendamos hacer estos ejercicios 3 veces al día, y cada mañana comenzar con gimnasia matutina. Comparte con tus amigos las recomendaciones del profesor Bubnovsky. ¡La mente sana en cuerpo sano!