Con los avances de las tecnologías, en pleno siglo XXI, prácticamente ningún hogar en el mundo carece de algún dispositivo electrónico. Cierto, ya no se trata de lujo, sino de necesidad, pero… ¿Los niños pequeños también lo necesitan? ¿Te has detenido a pensar en el impacto que tienen estos aparatos inteligentes sobre la inocente psiquis infantil?
Los peques de casa cada vez son más dependientes de los dispositivos electrónicos, a costa de su propio desarrollo psicosocial… ¿Te imaginas a dónde irían a parar, si nosotros, como padres, los dejamos a la deriva?
A raíz de todo esto, la dependencia de los dispositivos inteligentes se ha colado en la lista de las enfermedades modernas, como un trastorno clínico de la personalidad, según el criterio de los especialistas chinos. No obstante, muchos países aun no consideran este problema como un trastorno médico, aunque con la creciente adicción electrónica que existe, muy pronto cambiarán de idea…
Estudios recientes, realizados por la Academia Americana de Pediatría, han revelado resultados aterradores: ¡El niño estadounidense promedio, cuya edad está comprendida entre 8 y 10 años, utiliza dispositivos electrónicos 8 horas al día, mientras que los adolescentes y jóvenes usan dispositivos digitales, aproximadamente, de 10 a 11 horas al día! ¿Te imaginas?
Con cada año que pasa, y gracias a la enorme oferta del mercado, son más los chicos y jóvenes, que se vuelven dependientes de sus móviles y computadoras. Por esta razón, dejan de estudiar, e incluso se olvidan de comer y dormir.
«Si el niño pasa demasiado tiempo en Internet, ya no podremos aspirar a un «correcto» desarrollo cognitivo», — afirman los médicos.
¡Por ello, padres, es importante NO permitir el uso de smartphones y tabletas, antes de que el niño aprenda a hablar correctamente! De lo contrario, el chico se acostumbrará a entretenerse solo en el mundo virtual, y podría perder por completo el interés por el mundo real. ¡El autismo inducido no es cosa de juego!
Por desgracia, dos tercios de los padres no les restringen, en absoluto, a sus hijos el uso de los dispositivos digitales modernos. ¡Reglas ausentes, craso error!
«Todos los niños suelen formar rabietas cuando están aburridos. Tiempos atrás, los padres enseñaban a sus hijos a controlarse. Hoy en día, cuando el niño está aburrido, simplemente se le da un dispositivo inteligente o tableta. Y todo para que él se quede tranquilo, y así se mantenga la paz familiar. Por lo tanto, el niño no desarrolla las habilidades de autocontrol. Y como resultado, se ha formado toda una generación de psicópatas», — dice Catherine Steiner-Adair, psicóloga clínica de la Universidad de Harvard.
Es verdad que, hoy por hoy, nos resulta imposible imaginar nuestra vida sin tecnología moderna. Pero la infancia es mucho más importante. Por eso, es muy recomendable reducirles el uso de los dispositivos digitales a los chicos y adolescentes a no más de dos a tres horas al día.
Entre las nefastas consecuencias del uso indiscriminado de los dispositivos electrónicos, destaca esta triada: deterioro de la conducta, la salud y el rendimiento escolar, a lo que se suma la incapacidad de concentración. Todo esto dificulta el desarrollo del pensamiento profundo y la capacidad para resolver problemas complejos.
Si tu hijo, cuando se siente aburrido, exige tu atención, no te apresures en darle su teléfono móvil. Estarías entorpeciendo su desarrollo cognitivo…
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