Si has comprado un pedazo de carne, y temes que no se ablande, no te desesperes… ¡Con este truco, no hay carne dura que se resista! Existen muchas formas de suavizar la carne. Por ejemplo, la tribu Masai coloca los pedazos de carne de res sobre un hormiguero, pues el ácido fórmico ablanda notablemente la carne… Este, sin duda, sería un buen método, pero no se ajusta en lo absoluto al estilo de vida de un ama de casa moderna.
Transformar un pedazo de carne dura en un suculento y suave manjar es muy simple. Solo vas a necesitar un poco de sal de cocina, y ya está…
Cómo ablandar la carne
Con el fin de demostrar la eficacia de este truco, el chef profesional Jack Skalfani, compró un pedazo de carne dura. Este afamado maestro de la cocina afirma que la carne quedará tan suave como un filete mignon. El filete mignon es la carne más tierna que uno se puede imaginar. ¡Ya no puedo esperar a probarlo!
Primeramente, coloca la carne en una sartén seca y limpia.
Luego, cubre completamente el filete con sal de mar u otra gruesa. Repite lo mismo por el otro lado. El chef aconseja que el tiempo de preparación se ajuste al grosor de la carne, a una proporción de 2,5 cm de carne/1 h de tiempo. Es decir, si tu pedazo de carne tiene 7,5 cm de espesor, el tiempo recomendado será de 3 h. ¡Bien vale tener un poco de paciencia!
La sal consume el exceso de humedad durante el tratamiento, por lo que la carne se vuelve blanda y elástica, al mismo tiempo.
Ahora es el momento de eliminar toda la sal. Mantén el pedazo de carne bajo un chorro de agua corriente, hasta que toda la sal haya desaparecido.
¿Quieres ver la prueba? Jack sostiene un pedazo de carne marinada, junto a otra pieza fresca, procedentes de la misma carnicería. Como ves, ambas piezas son bastante distintas entre sí. El filete más oscuro (a la derecha) es el tratado con sal.
Llegó el momento de preparar la carne. No importa qué especias tienes pensado elegir, o si vas a utilizar una salsa de barbacoa o no, aún así vas a obtener un jugoso, tierno y sabroso filete de carne.
Tal vez pienses: «Vale, la pieza de carne se ve bien, pero seguro después de freírla, su sabor y apariencia se asemejen más a la suela de un zapato». Nada más distante de esto… ¡Prueba y verás!
Comparte este truco con tus amigos y cualquier persona amante de la cocina. ¡Seguramente lo encontrarán muy útil!
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