La ceniza es uno de los abonos orgánicos más populares, baratos y útiles. La mera enumeración de sus ventajas requeriría un artículo aparte. La ceniza enriquece el suelo con sustancias útiles, es perfectamente asimilada por las plantas y se ocupa rápidamente de los microorganismos patógenos. Pero, por desgracia, ni siquiera el abono más útil del mundo es adecuado para todos los habitantes verdes del huerto. Hay plantas para las que la ceniza es puro veneno. Y he aquí por qué…
La ceniza como abono: dónde utilizarla, dónde rechazarla
© DepositphotosBeneficio total
Como ya hemos visto, la mayoría de las plantas se benefician de la ceniza. Verás, en la composición de este abono hay mucho potasio, fósforo, calcio y boro. Además, la ceniza, gracias a su forma soluble, es absorbida rápida y fácilmente por la mayoría de los cultivos del huerto.
Otra ventaja de la ceniza es su excepcional bajo coste. Al limpiar la parcela, los jardineros suelen quemar recortes de hierba, malas hierbas, restos de cultivos de hortalizas y ramas de árboles cortadas. Todo esto, de hecho, se convierte en un abono gratuito de primera clase para las nuevas plantaciones. Por desgracia, hay casos en los que las cenizas hacen más daño que bien.
El daño de la ceniza
En la composición de las cenizas hay bastantes sales que tienen un efecto muy negativo en las hojas tiernas y las raíces de las plántulas. Por lo tanto, no se recomienda utilizar ceniza para alimentar plántulas muy jóvenes. Además, cuando vayas a adicionar ceniza en el hoyo previsto para plantar, no olvides mezclarla adecuadamente con el suelo. De lo contrario, «quemarás» las raíces.
Abona las plantaciones de patatas con ceniza con moderación. El uso excesivo de ceniza en el cultivo de la patata favorece el desarrollo de los hongos causantes del perejil negro. Las patatas afectadas por perejil negro pueden utilizarse como alimento, pero está terminantemente prohibido utilizar sus semillas en el futuro.
© DepositphotosCuando hay demasiada ceniza en el suelo, las plantas que crecen en él dejan de asimilar normalmente el fósforo. Además, la ceniza neutraliza el efecto de los fertilizantes que contienen nitrógeno. Si es posible, haz una pausa de tres semanas entre el uso de ceniza y el de fertilizantes que contengan nitrógeno; de lo contrario, ni el primero ni el segundo serán beneficiosos.
Nada de ceniza
La mayoría de los cultivos que crecen bien en suelos ácidos reaccionan negativamente a la ceniza. Este abono reduce mucho la acidez del suelo. Por lo tanto, comprueba siempre lo que te pide tal o cual cultivo antes de plantarlo, para evitar sorpresas desagradables.
Por otro lado, hay plantas para las que la ceniza es puro veneno. Se trata de la lavanda, la caléndula, la acedera, la salvia y la prímula. Espolvorear ceniza en el lecho donde crece alguno de estos cinco cultivos, puedes resultar en la pérdida inmediata de la cosecha. Así que, de una vez por todas, ¡olvida el viejo mantra de que las cenizas son el abono perfecto!