Existe un sinfín de tipos de sujetadores: los que agrandan, achican, ajustan, elevan… ¡Pobres de nuestros pechitos! ¿Acaso, vale la pena tanto tormento? Incluso, si este fuese por el bien de la belleza…
Vale la pena o no usar un sostén
Hay algunas mujeres que ya han dicho adiós a los sostenes… Y de acuerdo a las últimas investigaciones en el campo de mastología, ¡no es en vano! Mientras que la mayoría de nosotras no se apura en deshacerse del sujetador, rodeando este atuendo con una serie de mitos.
Mitos sobre el sujetador
- Si no quitas el sujetador por la noche, los senos conservarán su forma por más tiempo.
Dormir en un sujetador es la tortura que no tendría ningún impacto en la forma, pero sin duda, dañará las glándulas mamarias. - Sujetador evitará que los pechos «se caigan».
Ningún sujetador ha sido la panacea contra la gravedad, predisposición genética o secuelas de las fluctuaciones bruscas de peso corporal. - Si usas un sujetador correctamente, podrá durar varios años.
Incluso un sujetador de excelente calidad, llegando al nivel de desgaste, puede estirarse de hasta 8 cm. Ningún efecto deseado se podrá esperar de este modo. - Sujetador de talla más pequeña se ve más tentador.
Probablemente, algunos hombres se sienten atraídos por los encantos femeninos sobresalientes, pero para las glándulas mamarias,tales maniobras serán muy poco beneficiosas…
- Tamaño y forma de las copas son más importantes que la correa del sujetador.
¡No es cierto! Cualquiera que sea la forma de la copa, es la anchura y la elasticidad de la correa son las que proporcionan un adecuado ajuste de la ropa. - Sujetador blanco es menos perceptible bajo la ropa clara.
Si deseas garantizar la menor visibilidad de tu ropa interior, decídete a favor del color de la piel.
Usar sostén o no usarlo, depende de ti, pero recuerda que, de vez en cuando, es bueno darle a tus senos unas vacaciones: ¡Te sentirás mucho más libre!
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