Acerca de cáncer de cuello uterino, así como de cualquier otra forma de cáncer, hablar es difícil, pero necesario. Es la segunda forma más frecuente de cáncer entre mujeres a nivel mundial, una enfermedad que cambia destinos…
Afortunadamente, la medicina moderna es capaz de detectar el cáncer de cuello uterino en la etapa temprana, mediante procedimientos de colposcopia y citología, con un tratamiento adicional complejo.
Los síntomas del cáncer de cuello de útero
La enfermedad no aparece de la nada: el cáncer es precedido por los cambios en el epitelio cervical, acompañados de ciertos síntomas.
- Sangrado vaginal anómalo. Sangrado en la mitad del ciclo menstrual, después de tener relaciones sexuales, después de la menopausia – es una razón para solicitar una revisión no programada. Es una clara señal de un fallo en el cuerpo.
- Flujo inusual. En la etapa inicial de cáncer, pueden aparecer las secreciones blancas con una pequeña mezcla de sangre, así como secreciones acuosas abundante. Fétidas secreciones serosas son características de las etapas posteriores de la enfermedad.
- El dolor en la parte baja del abdomen. Dolor constante en el área pélvica, acompaña muchas enfermedades, por lo que este síntoma desde un principio no debe ser ignorado. Es mejor acudir a la ayuda profesional.
- Dificultad para orinar. El crecimiento del tumor conduce a la compresión del uréter y problemas urinarios, pero cuando la enfermedad afecta a la vejiga, se observan frecuentes deseos de orinar.
- La inflamación y el dolor en las piernas. La compresión de los vasos linfáticos provoca el estancamiento de líquido en las piernas. El dolor en la cadera o la columna sacra puede ser el indicio de la propagación de cáncer hacia los ganglios linfáticos de la pelvis.
- La reducción de peso. Las citoquinas, proteínas que el cuerpo produce para combatir la enfermedad, son capaces de destruir de forma activa las grasas, causando la pérdida excesiva de peso.
Es importante saber que: El cáncer cervical puede tratarse con éxito, ¡especialmente en las primeras etapas! El problema es que, a menudo, las mujeres no visitan a un ginecólogo por años, aplazando constantemente la visita al especialista. ¡Realiza la revisión anualmente: tu salud está en tus manos!
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