Da la casualidad de que en la cocina solemos dejarnos llevar por estereotipos heredados de nuestras madres y abuelas. La experiencia de los mayores es importante para nosotros, y ciertamente la valoramos, sin embargo, a veces esta «solución de errores difíciles» no siempre se cumple, e incluso está lejos de la realidad.
Pasan los años, y con ellos las enseñanzas de la abuela se vuelven un tanto obsoletas. Hoy te contamos acerca de 10 malentendidos culinarios heredados muy comunes. Ha llegado el momento de poner fin a tales equivocaciones, para que cocinar sea más fácil y la comida sepa mejor.
LOS SECRETOS DE LA ABUELA
- Apagar la soda con vinagre
A la hora de hornear, siempre queremos conseguir el máximo esplendor de la futura cocción, y para ello añadimos levadura en polvo o soda a la masa.
El bicarbonato de sodio activo en productos horneados calientes tiene un sabor «jabonoso» desagradable, que generalmente se corrige aflojándolo con vinagre. El resultado no siempre es el esperado. Después de todo, nos enseñaron a mezclar vinagre y soda en una cuchara antes de agregarlos a la masa, cosa que no tiene ningún significado culinario.
De hecho, el dióxido de carbono liberado durante la reacción en este caso no entra en la masa, sino que se eleva al aire. Para un aflojamiento normal, la reacción debe proceder directamente en la masa y la soda debe distribuirse uniformemente en todo su volumen.
¿Cómo se puede lograr esto? Pasemos a una receta de panqueques publicada hace más de 100 años (1901). Como puedes ver, el ácido cítrico y la soda se disuelven en agua por separado y en vasos separados.
Primero debes agregar una solución ácida a la masa, revolver y solo luego agregar una solución de soda. Con esta secuencia, la reacción entre el ácido y la soda procede directamente en la masa, y el dióxido de carbono afloja rápido y uniformemente todo su volumen.
- Enjuagar la olla con agua para evitar que la leche se queme
Otro engaño de nuestras abuelas. Lo principal aquí es en qué tipo de olla hierves la leche. Esto resulta mejor en una cacerola de fondo grueso; puedes usar cacerolas recubiertas de teflón. Y la leche pasteurizada, que se vende en envases modernos, no necesita hervirse en absoluto.
- Comer productos horneados calientes
Un caso en el que los consejos inútiles pueden doler. Los pasteles calientes de la abuela son increíblemente sabrosos, pero igual de peligrosos. Aquellos que tienen al menos algunos problemas con el tracto gastrointestinal (gastritis, úlceras de estómago o duodenales, enfermedades del páncreas y el hígado), no se les recomienda comer horneados acabados de sacar del horno.
En pasteles o bollos recién horneados, todavía hay procesos de fermentación que no pueden considerarse beneficiosos para el hígado y el tracto gastrointestinal. Estos productos horneados tardan más y son más difíciles de digerir y pueden causar molestias digestivas.
- Frotar las manchas de grasa con sal
Si rocías una mancha de grasa con sal, definitivamente no se eliminará, ya que la sal solo puede disolver manchas de tinta, restos de chocolate, café y té. Y luego no debes frotarla, ya que la sal en ese lugar puede cambiar el color de la ropa.
© Depositphotos - Remojar pan para chuletas en leche
Los chefs consideran que remojar el pan para chuletas en leche no solo es inútil, sino también dañino: esto priva a las chuletas de jugosidad debido a la interacción al freír la leche y las proteínas de la carne.
- Descongelar la carne a temperatura ambiente
Al descongelar la carne a temperatura ambiente, creamos las condiciones para que las bacterias se multipliquen en su superficie, que posteriormente pueden migrar a las manos, los platos y las toallas.
© DepositphotosLa forma más segura es descongelar la carne en el refrigerador. Es mejor dejarla en el empaque de la tienda. Si no hay empaque, entonces bastará con poner la carne en un plato y cubrir con otro plato, para que no absorba olores extraños.
- Lavar la carne con agua corriente
La mayoría de las amas de casa lavan la carne en el fregadero antes de cocinarla. Ya hemos dicho por qué no deberías hacer esto.
El hecho es que la carne contiene una gran cantidad de microorganismos que, junto con las gotas más pequeñas de agua, se esparcen por la cocina, se depositan en platos, muebles, toallas limpias, e incluso pueden meterse en la boca y causar intoxicación.
Si decides lavar el pollo, hazlo de esta forma: vierte agua en un bol y sumerge la carne en él para que no salpique. Luego, seca bien con una toalla desechable.
- Enjuagar la pasta
En la superficie de la pasta cocida queda almidón, lo que favorece la absorción de la salsa de tomate, y este es un detalle importante en la preparación de la pasta.
Y recuerda: la pasta de trigo duro de alta calidad no se pega ni se derrama, así que presta atención a la composición antes de comprar.
- Triturar la cebolla de antemano
La cebolla finamente picada comienza a tener un sabor amargo después de 7-10 minutos, así que hazlo justo antes de servirla en el plato.
- Marinar el kebab durante 12 horas
No tiene sentido enviar la carne adobada al refrigerador durante la noche. La ternera y el cerdo tardan 5 horas en «adobarse», y una hora es suficiente para el pollo. No es necesario marinar el pescado antes de cocinarlo.
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Los platos a base de huevo son fáciles de preparar y, a menudo, te salvan del hambre en la mañana. Parecería, ¿qué es lo difícil en cocinar huevos? Los compras, los hierves o fríes. Sin embargo, muchos culinarios cometen errores molestos, lo que no solo resulta en un plato insípido, si no estropeado.
Los errores son parte integral de nuestra vida. Algunas personas los reconocen fácilmente y aprenden de ellos, y otros prefieren evitarlos, pero hacen absolutamente todo. Como dice el refrán: «Sólo los que no hacen nada no se equivocan».
¿Has cometido alguno de estos errores? Escríbenos en los comentarios qué otros errores culinarios heredados de la abuela conoces, danos un Me Gusta y no olvides compartir este enlace y tu opinión con las amistades en las redes sociales.
