Estamos acostumbrados a pensar que una elección moral es siempre una elección entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. Pero la vida rara vez se reduce a blanco o negro. Por lo tanto, en nuestra prueba de hoy, por una vez, no hay una única solución correcta. Intentaremos esbozar las opciones, y tú intentarás decidir quién necesita más ayuda que otros y debería tomar la única silla.
QUIÉN NECESITA AYUDA
Una pequeña digresión: te pido que no te preocupes por los expertos en el léxico penal, que argumentan que alguien más tendrá derecho de sentarse ahí. La palabra favorita «sentarse» en realidad significa sentarse no completamente. Por tanto, usarlo en nuestro caso sería un error.
Mamá con un bebé
Para esta opción, dice que amamantar de pie es muy inconveniente. Y durante mucho tiempo, sostener a un bebé grande en tus brazos también es agotador.
Hombre con muletas y enyesado
Los encuestados lo eligen con mayor frecuencia. La razón es que, a juzgar por las abrasiones en la cara, la herida se recibió hace muy poco tiempo. Por lo tanto, es probable que la fractura siga causando un dolor intenso.
Además, el hombre con muletas tiene la cara más miserable. Por ejemplo, la madre y la mujer embarazada tienen una sonrisa en los labios, lo que significa que no les cuesta nada mantenerse de pie.
Viejo con un bastón
Los que votan por el anciano están acostumbrados a respetar la vejez. Creen que el embarazo no es una enfermedad, que una madre con un hijo puede pararse y un hombre con muletas bien puede sentarse en el suelo. Al mismo tiempo, esto probablemente no sea posible para un anciano.
© DepositphotosMujer embarazada
Si una mujer embarazada se enferma, no solo pone en riesgo su salud, sino también la vida de un niño por nacer.
© DepositphotosTambién es posible una opción de combinación. Por ejemplo, la mujer embarazada sentada puede sostener a un niño en sus brazos. Entonces resulta plantar casi tres.
Editorial
Creemos que los adultos normales deben ponerse de acuerdo y así encontrar la mejor solución. Es posible que sólo una persona quiera sentarse. Por ejemplo, un hombre con un yeso puede tener lesiones que hacen que sea mejor pararse. A una mujer embarazada se le podría recomendar que se mueva más.
Alternativamente, todos los representantes podrían sentarse por turno. Por supuesto, si pueden estar de acuerdo. Y si esta prueba nos enseña algo, entonces, en primer lugar, cuán importante es negociar y no estar enemistados e interminablemente enojados unos con otros.
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