¿Por qué los padres mayores necesitan cuidado y atención?

Con el desarrollo de Internet y las comunicaciones móviles, el mundo está cada vez más entrelazado. Puedes contactar a cualquier persona en un par de segundos, y chatear. Pero ese progreso no siempre salva a las personas de la soledad. Incluso los más cercanos a veces no pueden encontrar las palabras correctas para comunicarse entre sí.

¡Simplemente Genial! hoy propone adentrarnos en un tema muy delicado: El problema de las relaciones entre padres e hijos, y por qué tantas personas mayores no están satisfechas con los seres que ellos mismos han criado.

PROBLEMA DE PADRES E HIJOS

Los padres, por lo general, tratan de ofrecerle a sus chicos todo lo mejor que tienen, y para ello trabajan sin descanso y ahorran en sus necesidades. Pero, muy a menudo no obtienen la gratitud esperada.

¿Cuál es el problema? ¿Acaso los padres no pueden criar a sus niños mimados, o simplemente exigirle demasiado? Nos afectó mucho la historia contada por una suscriptora, Tamara Petrovna. Su relación con su hijo único demuestra claramente el problema, y da qué pensar en la complejidad de las relaciones entre personas muy cercanas.

«Miro a las mujeres que tienen hijas adultas, y les envidio sin maldad. ¡Qué suerte tienen! Las hijas vienen y les ayudan, les traen a sus nietos y les dedican tiempo y cuidados. Quien tiene una hija, tiene la vida en pleno apogeo. Y yo tengo un hijo. Le crie y puse en él toda mi alma, pero él se casó y se fue a vivir en una familia completamente extraña.

Solo gira en torno a la suegra: le llevan esto y lo otro, o van el fin de semana para ayudarla. Y todo en la familia de mi nuera es perfecto. Y aquí estoy yo: una anciana innecesaria que no necesita ayuda ni atención. Se ofende conmigo porque yo no ayudo a su esposa. ¿Cómo puedo ayudar? Soy una simple pensionista».

«Sí, en un momento reuní para un departamento. Ahora lo alquilo, como un aumento en la jubilación. Y aquí me reclama, si yo fuera una madre normal, lo dejaría vivir allí con su esposa, para que no estén amontonados en una vivienda alquilada.

Cuando le pregunto por qué los padres de la nuera no los ayudan con la vivienda, él responde que no pueden. Si pudieran, darían hasta lo último. Después de todo, son perfectos y yo soy una avara».

«Al principio, realmente pensé dejarlos entrar al departamento. Ahora entiendo que hice bien. Después de todo, es fácil dejarlos entrar, pero trata después de echarlos. Por lo tanto, me habría quedado sin vivienda. De todos modos, no me puedo comparar con la suegra. ¡A donde iré!

Dos años después de su matrimonio, la relación se deterioró completamente. Al principio, la nuera era dulce, amable, me miraba a los ojos. Y ahora, estoy segura de que, si la veo en la calle, ella no me saludará».

«Las familias siempre se forman alrededor de las nueras. Mi abuela siempre me dijo que en vano di a luz a un niño. Como dice el dicho, la hija es hasta el final, y el hijo es hasta siempre. Yo le dije que de la forma en que críes a tu hijo, así él crecerá. Pero resultó que la abuela tenía razón».

¿Quién tiene la culpa de que personas tan cercanas como una madre e hijo, se hayan distanciado tanto? ¿Es por culpa de la desagradecida nuera, que ve a una mujer extraña en su suegra? ¿O es debido a que no se educó al hijo con los valores correctos, y este no aprendió el sentido de la gratitud?

Los psicólogos señalan que tales situaciones están lejos de ser aisladas. En muchas ocasiones, los padres después de criar a sus hijos y poner toda su alma en ellos, aún después de estar casados, quieren seguir dirigiendo sus vidas. Los aconsejan, les critican, les exigen. Ni al hijo ni a su elegida les gusta esta interferencia constante, porque pueden tener puntos de vista completamente diferentes sobre el futuro.

La causa más común de conflictos entre padres e hijos es que cada parte está obsesionada con sus propios intereses. Nadie quiere ceder. La madre no quiere entender que su hijo tiene un trabajo, una esposa embarazada, responsabilidades con su suegro y su suegra. El hijo no puede darle tiempo a su madre como antes, y no quiere escuchar los reproches relacionados con esto.

Cada uno tiene su propia vida, sus propias preocupaciones y sus propios intereses. Hasta que alguien ceda y decida dar el primer paso hacia la reconciliación y la comprensión del otro lado, la relación entre madre e hijo será tensa. Y aquí es importante entender a tiempo que la vida no es infinita. Si no das el primer paso hoy, mañana puede ser demasiado tarde.

Cuida a tus seres queridos y también escribe lo que piensas sobre esto. Quizás un ejemplo de tu vida ayudará a otras personas a construir un entendimiento mutuo en la familia.