Todos sentimos curiosidad por conocer la reacción de un ser querido ante algo fuera de lo común. Por ejemplo, a las bromas o a los cheques. En este último caso, provocar una reacción tiene un propósito definido. Se trata de obtener emociones positivas o de intentar averiguar la respuesta a la propia pregunta. Por su parte Damián decidió probar un curioso método para comprobar cómo reaccionaría su chica, y saber qué hacer a continuación.
PROBANDO A LA CHICA
Damián y Adelina
«No puedo seguir haciendo esto. Es hora de que nos separemos. Recogeré el resto de mis cosas el sábado».
Una nota con este contenido fue dejada por Damián en la mesa de café. Luego cogió la bolsa con las primeras cosas que encontró y salió del piso.
No tenía realmente pensado dejar a Adelina. Si en verdad hubiera decidido romper, lo habría hecho cara a cara. Por el momento, el joven estaba tratando de averiguar cuánto le importaba a su novia.
Él y Adelina llevan dos años y medio juntos. Y les iba bien, a primera vista. Sin embargo, últimamente, Damián se descubre pensando cada vez más a menudo que Adelina podría no quererle más. Esto se expresó en una falta de la ternura y el apoyo anteriores. Adelina ya no estaba dispuesta a pasar todo el tiempo con él. Es posible que lo haya rechazado en favor de algún negocio propio, o que no le haya avisado de que llegaba tarde al trabajo.
Presintiendo que algo andaba mal entre ellos, Damián decidió hacerse el duro. Un día vio un vídeo en Internet en el que se ponía a prueba a las parejas con falsas rupturas. La idea era colocar una cámara en una habitación, dejar un mensaje y observar la reacción de la persona. Eso es exactamente lo que decidió hacer Damián.
COMPRUEBA CÓMO ESTÁ ADELINA
Hizo la maleta, escribió una nota y se dirigió a una cafetería de una calle cercana. Allí sacó su ordenador portátil y observó lo que ocurría en el piso.
Tras 30 minutos de espera, Adelina volvió al piso. Damián tuvo que esperar otro par de minutos para que su novia se diera cuenta de la nota. Cuando tomó el mensaje en sus manos, Damián se quedó helado. Para él, este era el momento de la verdad: amor o desamor. La chica se hundió en el sofá. Durante un rato se quedó mirando la nota. Luego se levantó y empezó a caminar rápidamente por la habitación. En algún momento Adelina se detuvo y lloró.
La felicidad de Damián no tenía límites. Rápidamente metió el portátil en el bolso, pagó el café a la camarera y se fue corriendo a casa. Allí vio una imagen que le esperaba, alegre y desgarradora al mismo tiempo. La chica estaba sentada en la alfombra, sollozando tan fuerte que ni siquiera se dio cuenta de la aparición del hombre en el piso.
– Querida, ¿qué estás haciendo? – Damián se apresuró suavemente a acercarse a su amada.- No voy a ninguna parte. Estoy aquí contigo. Todo está bien.
Le llevó algún tiempo tranquilizar a Adelina. Por el camino, le explicó exactamente lo que había sucedido y por qué había decidido hacerlo. En respuesta, Adelina no pudo encontrar nada que decir. Ella se limitó a mirarle con los ojos enrojecidos y desconcertados y a beber agua del vaso.
DESPUÉS DE COMPROBAR
Al principio, Damián incluso se sintió culpable. Después de todo, había hecho llorar a su amada. Pero, por otro lado, la alegría era suficiente. Ahora estaba seguro de que Adelina le necesitaba.
Pasó una semana. Adelina le invitó a un café después del trabajo. Estos días se había mostrado algo reservada, pero Damián lo achacó al estrés reciente. Estaba seguro de que pronto todo volvería a la normalidad.
– No puedo seguir así, dijo Adelina. – Tenemos que romper.
– ¿Qué? ¿Por qué? – Arkadi estaba realmente desconcertado. – No querías que me fuera.
– Tampoco quería ser objeto de una prueba estúpida. No tienes ni idea de lo que pasé ese día. Pero no te importó. Me animaste cuando me sentía miserable. Y toda la semana te has paseado como un pavo real orgulloso de haberme provocado un ataque de nervios. Te contaré un secreto. Si teníais alguna duda o preocupación sobre mí, sólo teníais que hablar conmigo. Créeme, hay tantas lágrimas cuando hablamos.
– Pero escucha…
– Que eso te sirva de lección. Y me voy. No quiero tener nada que ver contigo. Mañana recogeré el resto de mis cosas.
© PexelsCon estas palabras, Adelina se levantó de la mesa y salió del café. Damián no la siguió. Se pidió un café y se quedó mirando la oscura bebida. Sin tomar un solo sorbo, se fue a casa. Hasta el punto de que definitivamente ya no había nada de lo suyo.
COMPROBACIÓN DE LA CHICA – EL RESULTADO FINAL
¿Se puede considerar aceptable controlar a una chica o a un chico en una relación? ¿Hizo Adelina lo correcto? ¿Y tenía Damián el derecho moral de someter a su novia a semejante prueba? Escríbenos en los comentarios lo que piensas acerca de este polémico tema, danos un Me Gusta y comparte con las amistades de las redes sociales este post y sobre todo tú opinión, así enriquecemos este artículo.