Mucha gente es extremadamente temerosa de su dinero. Se lo pensarán dos veces antes de prestar dinero, incluso a un ser querido. Por lo tanto, estos caballeros tacaños pueden ser acusados de tacañería. Pero, ¿se lo merecen? ¿Acaso están en lo correcto los que siempre están dispuestos a apoyar económicamente al prójimo?
Hoy, los redactores de ¡Simplemente Genial! te comparten la historia de una mujer que a cada tanto sacaba de apuros a su amiga íntima, dándole dinero prestado. Pero resultó que, sin esta ayuda, la amiga podría haberlo hecho bastante bien, si hubiera sabido al menos aproximadamente lo que significa la palabra ahorro.
PexelsPRESTAR DINERO
«Siempre me mantuve en contacto con mi compañera de clase, Katya, y supe cómo le iba. Nunca diría que es pobre. Al fin y al cabo, el marido de Katya tiene un buen trabajo en una empresa de renombre, así que no puede ganar poco. Y su amiga también va a trabajar regularmente», escribe Anastasia.
«Al mismo tiempo, se las arreglan para malgastar sus salarios y no tienen ahorros. Desde hace tres meses, mi amiga me pide una y otra vez que le preste dinero. Me preguntaba en qué se lo gastaban. Pero no vi nada extraño por lo que le presté dinero».
«Sabía que Katya y su marido alquilaban un bonito piso casi en medio de la nada, y no era barato. Pero no tienen hijos, no hacen grandes compras, no parecen ayudar a nadie de la familia. ¿En qué gastan tanto que tienen que pedir a sus amigos un par de miles hasta el día de pago?»
«Incluso me dio curiosidad. Empecé a interesarme más por la vida de mi amiga y me quedé sorprendida. Resulta que ella y su marido, inmediatamente después de recibir sus salarios, van a la tienda más cara de la ciudad y compran una gran cantidad de comida. Manjares, frutas exóticas, dulces caros. Ni siquiera me permito gastar en Navidad tanto como ellos».
«Acaban viviendo a lo grande durante las dos o a veces tres primeras semanas después de la paga. Y luego ahorran en todo y piden dinero prestado para salir adelante con su sueldo. Y así mes tras mes. No puedo imaginar qué pasaría si, de repente, se les bajara el sueldo al mismo tiempo. Simplemente desaparecerían…».
«Justo antes de este Año Nuevo sucedió que Katya me invitó a tomar el té. No hace mucho tiempo volvió a pedir prestados tres mil, prometiendo que me los devolvería antes de las fiestas de fin de año. Bueno, supongo que pueden pasar cosas. Si es necesario, es necesario».
GOLOSINAS CARAS
«Y entonces veo que mi amiga empieza a untar el pan con aguacate. Nunca he comprado un aguacate, porque es caro. Le pregunté sorprendida: «¿De dónde has sacado el dinero para un producto tan caro? Y Katya me mira con extrañeza y responde: «¿Por qué caro? Es un aguacate, lo compro todo el tiempo. A Kostya y a mí nos encanta el aguacate. ¿No te gusta?».
Pexels«Miré un poco alrededor y vi también pepinos frescos en la cocina, que ahora cuestan unos 300 rublos el kilo. También he visto nuevas tazas de lujo, que no había visto aquí hace una semana. Y fue una pena. Cómo es que le presto dinero a Katya, creyendo que apenas puede llegar a fin de mes, aunque mi amiga es simplemente una gastadora sin precedentes. Y su marido no parece ser mejor».
«Y mientras mi marido y yo lo estamos ahorrando todo para mandar mil más a los ahorros, hay gente que vive por un día. Comen pescado rojo, untan el pan con aguacate y cortan pepinos frescos en ensalada en diciembre. También se miman con postres caros, piden pizza a domicilio o desayunan en una cafetería. Pero también piden regularmente dinero a crédito. ¿Cómo es posible?» – Anastasia estaba indignada.
PexelsCONSEJO DEL EDITOR
Quizás la indignación de Anastasia sea comprensible. Por otro lado, ¿no tiene Ekaterina derecho a gastar el dinero prestado como mejor le parezca? Por supuesto, no estaría de más que la mujer aprendiera a ahorrar un poco para arreglárselas con su propio dinero. Y ya que es muy posible que su amiga no le ayude más, Ekaterina debería confiar más en sí misma y no en otra persona.
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