Todo el mundo habla de la transición a una nueva dimensión, pero ¿qué dijo Djuna al respecto?

A pesar de que la sanadora asiria Eugenia Davitashvili, mejor conocida como Djuna, falleció en el verano de 2015, todavía existen predicciones suyas sobre el año 2023. Naturalmente, se trata de retazos indirectos de viejas entrevistas, notas, diversos momentos de iluminación y demás. La adivina a menudo hacía estas observaciones en sus notas para volver a ellas más tarde.

¿Qué sabemos de esta mujer? En 1993, que fue el pico de su popularidad, era un auténtico fenómeno soviético. Su increíble popularidad literalmente exprimió la vida de Djuna. Curaba a la gente con el tacto, incluso a distancia. Predijo graves incidentes en el futuro y contó historias del pasado que ponían los pelos de punta.

PREDICCIONES SOBRE 2023

¿Cómo es posible que una persona así nos haya dejado sin dejar a nadie que continuara su trabajo? Resulta que, después de todo, lo hizo. Su alumna, a la que eligió literalmente entre la multitud, era una joven llamada Diana. La propia Djuna percibió en ella una buena predisposición para su habilidad.

Sí, en efecto, Djuna creía seriamente que la clarividencia podía enseñarse literalmente a cualquiera. Sin embargo, algunos serían capaces de hacer grandes cosas, mientras que otros no podrían progresar más allá de lo banalmente básico, por mucho deseo que tuvieran.

A menudo hablaba con Diana en su piso del corazón de Moscú. Se dedicaban muchas horas a esas sesiones para que la joven Diana aprendiera exactamente a curar. Pero no fue así, y los caminos de mentora y alumna se separaron.

Diana recuerda ahora que Djuna le habló de la aparición de un nuevo sanador exactamente 30 años después. Fuerte y hábil. Tal vez con más talento que la propia Djuna. Y de esto estaba completamente segura. Han pasado exactamente 30 años desde 1993.

Otras predicciones para el año 2023

Si nos fijamos en las grabaciones de archivo de la televisión de la época, el año 2023 no destacaba de forma especial según la decisión de Djuna. Se pueden ver las mismas advertencias de principios de la década de 2020. Por ejemplo, sobre la dinámica confrontación entre Oriente y Occidente, especialmente en el marco geopolítico.

Del progreso tecnológico. Se podría argumentar que el progreso siempre ha estado presente; que no hay nada raro en ello. Pero tenemos que hacer una pausa y remontarnos a 1993: en aquella época, nadie pensaba en la tecnología. Se trataba más bien de política y de un mundo en constante movimiento. El concepto de gadgets y digitalización no era popular, ni siquiera en los relativamente desarrollados Estados Unidos.

Y quizás lo más misterioso e intrigante de todo: la transición de nosotros, los humanos, a la 5ª dimensión. Una transición no de nuestra naturaleza corporal, sino de la conciencia. Djuna habló de esta transformación de forma bastante vaga. Que cada vez aparecerán más personas capaces de comprenderla. Y como resultado guiarán a otras personas. Las sacarán de los grilletes de la ignorancia.

Como consecuencia, la realidad que nos rodea también empezará a cambiar poco a poco. El mundo brillará. En los sueños del hombre común, las aspiraciones materiales vacías serán sustituidas por impulsos espirituales. Nuestros motivos se volverán más puros y las motivaciones más espirituales.

Así que, si lo miramos con sensatez, podemos concluir que la curandera Djuna estaba tocando la esencia misma en su razonamiento. Obviamente, la oposición tiene su espacio. El progreso de la tecnología se hace sentir en casi todo el mundo. Y seguimos esperando algún tipo de iluminación. ¡Quién nos iba a decir lo dependientes que seríamos de nuestros teléfonos, tabletas y otros dispositivos tecnológicos!

Volviendo a los antiguos escritos de Djuna, también se pueden encontrar muchas cosas interesantes sobre el futuro venidero. Por ejemplo, sobre cómo la «enfermedad en los pulmones» volverá de vez en cuando en un mundo «cambiado y completamente diferente». Por cierto, el COVID fue predicho por primera vez por la curandera allá por 2014-2015. Pero al mismo tiempo, pidió no preocuparse porque debería pasar, como todas las dolencias.

Bueno, efectivamente, no todo el mundo cree en el destino ni en la suerte. Sin embargo, los videntes son conocidos en la historia desde la antigüedad. Algunas predicciones no se cumplen en absoluto o se cumplen parcialmente. No obstante, podemos señalar que existen unos pocos «profesionales» cuyas predicciones se han cumplido casi al cien por cien. Djuna es uno de ellos.

Sobre ella se puede leer en muchas fuentes. Más de un programa de televisión en la URSS la invitó. Y ya que volvemos a su persona una y otra vez, ¿quién sabe – tal vez realmente hay algo verdadero, de otro mundo y sobrenatural en sus predicciones?