En el ascensor, solemos mirarnos en el espejo para corregir nuestro maquillaje o peinado. Pero poca gente se plantea por qué está realmente ahí. Si crees que ese detalle en el ascensor es sólo por comodidad para tu belleza o para evitar el aburrimiento humano, te equivocas. Y hoy la redacción de ¡Simplemente Genial! te cuenta más sobre por qué se suele instalar un espejo en el ascensor.
Hay una suposición basada en la psicología: cuando una persona ve su reflejo, se activa una disuasión interna y se cometen con mucha menos frecuencia actos vandálicos dentro de la cabina. La gente se ve a sí misma e inconscientemente decide comportarse de forma más decente. Pero esto es sólo una suposición, las verdaderas razones son mucho más serias. Lee sobre ello en el siguiente artículo.
Por qué hay un espejo en el ascensor: 3 razones principales
En pleno siglo XXI, es difícil imaginar edificios de gran altura sin ascensores, pero poca gente se detiene a pensar en por qué están equipados con espejos. Hay tres explicaciones para ello.
Superar la claustrofobia
Muchos de nosotros sentimos claustrofobia en un ascensor. La falta de espacio, de aire fresco o la incapacidad para entender cómo funciona el mecanismo pueden provocar palpitaciones, ansiedad y problemas de salud. Con algo como un espejo en la cabina, este problema se elimina fácilmente. Este elemento decorativo crea una sensación de mayor espacio, reduciendo así la ansiedad. Cuando una persona mira su reflejo, tiene involuntariamente la sensación de no ser ella misma. Recordemos que alrededor del 10% de la población mundial sufre claustrofobia (miedo a los espacios cerrados).
Ayuda para personas con discapacidad
A menudo un ascensor es demasiado pequeño para una persona con movilidad limitada. Un espejo ayuda a las personas con discapacidad a entrar y salir del ascensor con mayor seguridad. Mirarse en el espejo facilita la marcha atrás de la silla de ruedas.
Sensación de seguridad
En el pasado, incluso en las casas equipadas con ascensor, la gente a menudo se impacientaba porque el ascensor se movía demasiado despacio. Por eso se instalaron los primeros espejos en los ascensores. Los pasajeros podían mirarse a sí mismos o a sus vecinos. Esto hacía que el tiempo de viaje pareciera más rápido. Además, los espejos creaban una sensación adicional de seguridad cuando el vecino resultaba ser un desconocido. Así resulta más fácil controlar los movimientos de otra persona. La presencia de un espejo tiene un efecto positivo en los pasajeros y fomenta el cumplimiento de las normas de comportamiento.
Hoy en día, los espejos se instalan de serie en las cabinas de los ascensores, desde la fábrica. Esto se hace aun cuando se modernizan cabinas antiguas. Según las normas, además de con tornillos, se fija el espejo con sellador o cinta adhesiva de doble cara. Tal protección es necesaria para prevenir accidentes con fragmentos de espejo. Esperamos que este artículo te haya aclarados tus dudas. También puedes aprender cómo hacer una vela linterna de una botella de plástico.