Plantillas de papel: una forma antigua de mantener los pies calientes en invierno

Vas caminando por la calle, y de pronto te das cuenta que tus caros zapatos de invierno ya no consiguen proteger tus pies del frío. Por desgracia, los zapatos modernos a menudo son víctimas del abaratamiento y los materiales sintéticos. En tales casos, el frío primero se abre paso a través de la suela, y las plantillas sintéticas no pueden soportarlo. ¡No como las plantillas de papel!

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Sí, una buena manera antigua puede salvar tus pies del frío, válida para protegerte de un resfriado o algo peor. Veamos cómo las plantillas de papel ordinarias pueden ser mejores que las sintéticas modernas.

Y es que la humedad que desprende normalmente el pie se convierte en un conductor ideal para el frío. Las plantillas sintéticas son fáciles de lavar, pero no tienen propiedades aislantes del calor. La humedad las penetra rápidamente de principio a fin, y pronto nos congelamos.

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Muchos aconsejan probar plantillas de aluminio, porque supuestamente reflejan el calor hacia atrás, calentando así los pies mejor que cualquier otra plantilla. Y sí, al principio parecerá que tomaste la decisión correcta, pero muy pronto tus pies se congelarán muy, muy rápido. Y todo porque la lámina hace que se libere aún más humedad de la planta de los pies, que se congelan rápidamente.

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Recordemos cómo nuestros antepasados ​​​​lidiaron con las heladas. Llevaban botas y cubrepiés de fieltro, que combinaban dos importantes propiedades: rápida eliminación del exceso de humedad y excelente aislamiento térmico. Por lo tanto, tanto las botas de fieltro, como los paños para los pies, debían secarse completamente antes de una nueva campaña.

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Y si conseguir botas de fieltro hoy en día no es un problema, casi nadie usará cubrepiés. Aquí es donde las plantillas de papel son útiles. Porque el papel también absorbe perfectamente el exceso de humedad. Para sentir la diferencia, simplemente toma una hoja A4 y dóblala en tres. Luego ponla en tus zapatos en lugar de una plantilla, y pronto sentirás el resultado.

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Las ventajas también son que no es difícil encontrar algunos borradores antiguos en hojas A4, tanto en casa o en la oficina. Sí, y tal plantilla no necesita secarse, porque es desechable. También puedes hacer originales cubrepiés de papel, envolviendo tus pies con papel periódico sobre cualquier calcetín sintético. También puedes usar toallas sanitarias en lugar de papel, son excelentes para eliminar la humedad.

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Las plantillas de papel son una forma muy sencilla y económica de mantener los pies calientes en invierno, y por tanto tu propia salud. Los resfriados siempre son desagradables. Y durante una pandemia, es mejor no poner a prueba la propia inmunidad en absoluto.

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