Es difícil imaginar la vida moderna sin papel higiénico. Estamos tan acostumbrados a que, estemos donde estemos, siempre haya papel higiénico en el baño, que ya lo damos por sentado. Ya sea en un hotel, en un lugar turístico, en un tren o en un baño público, siempre hay papel higiénico en todas partes.
Aunque público y accesible, el papel higiénico no existe desde hace tanto tiempo. No fue hasta 1857 cuando Joseph Gaietti introdujo en el mercado mundial la producción de papel higiénico suave y sin astillas. En China, sin embargo, la producción de papel higiénico se estableció en el siglo XVI, pero sólo para la corte imperial.
Pero resulta que el uso del papel higiénico no se limita sólo a la higiene. Hoy la redacción de ¡Simplemente Genial! te hablará de otra singular forma de utilizar el papel higiénico.
PAPEL HIGIÉNICO EN EL BAÑO
Con la ayuda del papel higiénico, puedes hacer un ambientador casero. No es nada difícil, y el efecto te sorprenderá. Además, este ambientador es muy económico y duradero. ¡Basta con cortar un rollo de papel por la mitad y nunca más tendrás que comprar ambientador!
Empapa un trozo cortado del rollo de papel higiénico en acondicionador para ropa. Cuando esté seco, colócalo en un estante del retrete. Este ambientador te proporcionará una agradable fragancia durante mucho tiempo.
Incluso cuando este ambientador deje de emitir fragancia, este rollo puede volver a empaparse en acondicionador para ropa. Esta solución te permitirá ahorrar una buena cantidad de dinero. Después, puedes utilizar este papel para limpiar los muebles. El acondicionador para ropa tiene un efecto antiestático, y el polvo no se asentará en los muebles durante mucho tiempo. Además, olerá bien.
También gracias al papel higiénico puedes cultivar una bonita y jugosa ensalada de berros. Es muy útil, así que no dejes de intentar cultivarla en casa. Sólo tienes que comprar un paquete de semillas en la tienda de jardinería o el supermercado más cercano a tu casa.
© Freepik¿Cómo cultivar lechuga en el alféizar de la ventana? Muy sencillo. Remoja en agua un rollo de papel higiénico cortado por la mitad. Cuando el agua escurra un poco, vierte las semillas en el rollo y colócalo en un lugar soleado. Al cabo de unos días, notarás que las semillas han brotado. Puedes dejarlo así, mojando de vez en cuando el rollo con agua. Y si los brotes brotan muy densos, puedes germinar las plantas. Eso sí, no te olvides de usar un rollo nuevo para que esté limpio.
El papel higiénico es una herramienta muy versátil. Se puede utilizar en muchos ámbitos diferentes de la vida. A veces, incluso en las situaciones más inesperadas. Créenos, el papel higiénico acudirá al rescate. ¿Alguna vez has tenido que utilizar papel higiénico en situaciones insólitas? Comparte tus recetas y formas en los comentarios.