Digan lo que digan, cocinar es arte y es ciencia. Y como tal, tienes sus reglas y mitos, heredados de generación en generación. Sin embargo, con el paso del tiempo, también surgen nuevas teorías, que vienen a refutar y replantear los conocimientos que nos enseñaron nuestras abuelitas…
Cuando alguien desacredita un mito culinario, muchas veces nos preguntamos: «¿Y cómo, si en décadas pasadas esto funcionaba muy bien?» Sin embargo, para no quedarnos detrás, no nos queda otro remedio que prestar oídos a los nuevos descubrimientos.
«Simplemente Genial» recogió los 5 de los mitos más profundamente arraigados, que aún hoy nos cuesta dejar atrás…
Cacerola caliente en la nevera
Cuando cocinas un plato: ¿Eres de los impacientes, o de los que esperan a que este se enfríe a temperatura ambiente, antes de colocarlo en el refrigerador? Si piensas como la mayoría de la gente, entonces consideras un delito llevar la cacerola caliente a la nevera. Sin embargo, algunos expertos expresan lo contrario.
Idealmente, los alimentos cocinados deben ponerse en el refrigerador tan pronto como sea posible. Esto evita el desarrollo de las bacterias. Pero los refrigeradores más comunes no están diseñados para el modo de enfriamiento rápido, y pueden simplemente fallar.
Aquí es necesario tener en cuenta la temperatura ambiente. Si es superior a 30 °C, deja que el plato caliente se enfríe en la estufa, porque el refrigerador ya estará trabajando al límite. Si el ambiente es fresco, es funcional, porque se enfría con facilidad.
¿Y si la hiervo dos veces?
Muchos se adhieren a la regla tácita de que hay que hervir el agua dos veces. Empecemos con la verdad: El agua, de hecho, se vuelve menos polar, y se comporta más como un disolvente orgánico, si se hierve dos veces. Esto significa que el número de isótopos de hidrógeno pesado tiende a elevarse varias veces. Pero, si hablamos del agua dulce común, el contenido de estos isótopos es extremadamente insignificante.
Eso sí, en la medida en que se hierve el agua más veces, la concentración de oxígeno tiende a disminuir…
Sartenes de Teflón, ¿la mejor opción?
Cuando esta tecnología apareció en el mercado, causó gran expectativa. Cada ama de casa adquirió 2-3 cacerolas de diferentes tamaños. Luego comenzó el rumor de que cuando se calentaba, el teflón secretaba toxinas, y las sartenes viejas volvieron a ser utilizadas nuevamente. ¿El teflón es realmente peligroso?
El doctor en Ciencias, Ludwig Fischer, ha desacreditado este mito culinario, afirmando la seguridad del producto. Se demostró que, cuando se calienta, el teflón no entra en reacciones químicas con los alimentos. De hecho, entre las principales propiedades de este material destaca que es prácticamente inerte, y no daña la salud. Por esta razón es utilizado en utensilios de cocina, como sartenes y ollas, así como por su baja capacidad de rozamiento y facilidad de limpieza.
Fregar o no fregar, he ahí el dilema…
Los empleados de la oficina se dividen en dos grupos:
1. Los que beben en tazas, e inmediatamente las friegan.
2. Los que beben café o té, y simplemente sacuden el resto.
¿A qué grupo perteneces?
Resulta que, si no friegas tu taza, no estás cumpliendo con los requisitos higiénicos. «Pero», si siempre usas el vaso de manera individual, y bebes café natural sin azúcar ni crema en la misma vasija, no hay problemas.
Los científicos explican: Si hay microbios en la taza, es porque han pasado de ti, y simplemente no corres el riesgo de recoger algún microorganismo nuevo. Una cosa más: Es mucho más peligroso lavar tu taza con una esponja común, que no lavarla en absoluto. ¿Te gusta esta respuesta?
¿Los productos del microondas son dañinos?
¿Qué es más dañino, cocinar al horno, o en el microondas? Cualquiera que sea el tratamiento térmico de un producto (en la estufa, en el horno o en el microondas), las sustancias nutritivas pierden determinadas propiedades.
Sí, esta es la realidad. Pero esta pérdida después de cocinar o recalentar en el microondas es mínima: las temperaturas son más bajas, y los costos de tiempo son muy diferentes que durante la cocción en la estufa. Esto es especialmente válido en el grupo de los productos antioxidantes: col, zanahorias, tomates…
No pretendemos llenarte de dudas. Solo pretendemos que tengas en cuenta que estas refutaciones tienes un trasfondo científico que las respalda. Si conoces otros mitos arcaicos como estos, anímate a compartirlos con nosotros y tus amigos de las redes sociales…