Mascarilla de levadura

Los cambios notables relacionados con la edad en la cara son un tema de preocupación para muchas mujeres. 8 de cada 10 mujeres ya notan signos de advertencia a la edad de 35 años: sequedad, pérdida de elasticidad de la piel, pequeñas arrugas mímicas.

Después de los 40, la piel comienza a envejecer a un ritmo acelerado. Esto se debe a la reestructuración del fondo hormonal, la desaceleración del metabolismo, fallas en la nutrición y el cuidado inadecuado.

El proceso de envejecimiento es inevitable, ¡pero se puede ralentizar! Para hacer esto, no es necesario inscribirse en un costoso curso de inyecciones de belleza o un estiramiento facial quirúrgico. El cuidado de la piel correctamente diseñado y sistemático en el hogar ayudará a lograr resultados sorprendentes.

Levadura para la piel

Las vitaminas del grupo B, que son ricas en levadura, normalizan los procesos metabólicos en las células de la epidermis, ayudan a neutralizar los signos del envejecimiento, suavizar, iluminar y tensar la piel. Las vitaminas E, D, C, H, PP nutren e hidratan.

Bajo la influencia de la levadura, el rostro adquiere un color y una frescura saludables. Los aminoácidos contenidos en la levadura actúan como antibacteriano y limpiador del acné, tienen un efecto calmante y antialérgico.

La levadura contiene fosfolípidos, enzimas especiales responsables de mantener la juventud y la elasticidad de la piel. Después de la máscara con levadura, no es necesario utilizar ningún medio para suavizar la piel.

Mascarilla de levadura en condiciones caseras

Ya después del primer procedimiento, notarás una clara diferencia. Te recomendamos tomar un curso de dos semanas de máscaras antienvejecimiento para obtener un efecto a largo plazo de renovación y reafirmación.

Ingredientes

  • 10 g de levadura fresca
  • 6 cucharaditas de leche caliente
  • 1 cucharadita de miel (evítala si eres alérgico)
  • 3 cucharaditas de almidón
  • 2-3 gotas de aceite de vitamina A
  • 2-3 gotas de aceite de vitamina E

Preparación y aplicación:

  1. Disuelve la levadura en leche tibia y déjela por 15 minutos.
  2. Agrega la miel. Si, eres intolerante al producto, no agregues miel, reemplázala con 1 cucharadita de yogur espeso. Agrega almidón, vitaminas de aceite y mezcla bien.
  3. Con una brocha, aplícate la mezcla en el rostro y cuello. Desliza a lo largo de las líneas de masaje de abajo hacia arriba, evita el área alrededor de los ojos y los labios.
  4. Espera a que se seque la primera capa y luego aplica la siguiente. Después de aplicar la quinta capa, deja actuar la mascarilla durante 20 minutos. Lávate con agua tibia.

Unos minutos después del procedimiento, limpia la piel con una solución de vinagre de sidra de manzana. Cuando la piel esté seca, aplícate cualquier crema hidratante. Completa el ritual de belleza con una relajación de cinco minutos: túmbate boca arriba sobre una superficie plana sin almohada, cierra los ojos e intenta relajar por completo cada músculo de tu rostro.

Nada rejuvenece a una mujer como las emociones positivas. ¡Simplemente Genial! desea que tengas tantos motivos de alegría como sea posible! Esperamos que marques este útil artículo en tu arsenal de consejos de belleza.

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