Mascarilla de aceite de cúrcuma

La cúrcuma es una especia asiática conocida por sus numerosos beneficios para la salud. No en vano se le llama la «especia dorada». La raíz molida de la cúrcuma se utiliza mucho en la cocina, en la medicina tradicional y como colorante. La especia también ha demostrado su eficacia en la cosmetología. Una infusión de cúrcuma puede utilizarse para limpiar la piel, y una mascarilla de cúrcuma puede rejuvenecer el rostro.

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La raíz tiene un efecto beneficioso para el organismo por una sencilla razón: contiene un fuerte antioxidante natural – la curcumina – es la que nos ayuda a mantenernos en buena forma y a prolongar la juventud. Sin embargo, la mayoría de los consejos sobre cómo utilizar este valioso remedio prácticamente anulan sus beneficios. Descubramos cómo utilizar correctamente la cúrcuma para obtener resultados reales.

Mascarilla de aceite de cúrcuma

La mayoría de las recetas indican que la cúrcuma se disuelva en agua, ya sea preparada como té, añadida al vaso de agua de la mañana o simplemente mezclada con miel. Esto proporciona vitaminas hidrosolubles B6 y C, así como magnesio. Pero el principal valor de la especia está en la curcumina. ¡Y es liposoluble!

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Principales propiedades de la curcumina

  • Un fuerte antioxidante: Una vez en el cuerpo, hace que las células produzcan enzimas antioxidantes que destruyen los radicales libres.
  • Inmunomodulador natural: refuerza la resistencia del organismo a diversas enfermedades.
  • Antiinflamatorio: inhibe rápidamente varios procesos inflamatorios, considerados una de las causas del envejecimiento rápido.
  • Oncoprotector: bloquea y mata las células cancerosas, se utiliza en la prevención del cáncer de mama.
  • Para obtener los máximos beneficios de la cúrcuma, es mejor mezclarla con aceites. Aquí tienes una receta para una mascarilla rejuvenecedora que tiene todo lo necesario para garantizar un efecto duradero.

Mascarilla rejuvenecedora con cúrcuma

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Ingredientes

  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharadita de mantequilla ablandada
  • 0,5 cucharadita de cúrcuma
  • agua tibia

Preparación

  1. Mezclar la yema de huevo con la mantequilla y la cúrcuma y amasar hasta que quede suave.
  2. Añadir poco a poco agua (32-37 grados) para obtener la consistencia de una crema espesa.

Aplicar la mascarilla sobre la piel limpia y húmeda del rostro, el cuello y el escote. Se puede colocar una pequeña cantidad de crema bajo los ojos, pero no más allá de la cuenca del ojo. Dejar la mascarilla durante 20-30 minutos y luego aclarar con agua fría.

El efecto se nota desde el primer uso. La piel tendrá un aspecto más fresco, las líneas de expresión desaparecerán y las arrugas profundas serán cosa del olvido. Para que la piel se reafirme más rápidamente, sustituye el agua por té verde y la yema de huevo por 2-3 cucharaditas de huevo batido.

Para un efecto duradero, haz un curso completo. Aplica la mascarilla cada 2-3 días durante un mes. Si lo deseas, repite el curso una vez cada seis meses. Utiliza siempre una mascarilla fresca, ya que pierde rápidamente sus propiedades.

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No te alarmes si tu cara se vuelve amarilla. Después de todo, tienes un tinte natural en tus manos. Si lo hace, límpiate la piel con un algodón empapado en kéfir, crema agria o agua con zumo de limón. No te olvides de realizar la preceptiva prueba de alergia. Y trata de evitar la luz solar directa después del tratamiento. Comparte tus resultados e impresiones sobre la mascarilla en los comentarios, a continuación.

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