Siempre pensé que era una bebida útil. ¡Resulta que afecta la glándula tiroides y más!

Hoy en día, una de las leches vegetales más consumidas es la leche de soja, especialmente por ser una opción adecuada en caso de intolerancia a la lactosa. Sus propiedades nutricionales y beneficios son significativas, además de su agradable sabor.

Pero, a decir la verdad, nuestras abuelas se habrían agarrado los pelos si se enteraran de que estamos comprando y bebiendo leche de soja. En el pasado, sólo se escuchaba hablar de salchichas de soja. Hoy en día, la leche de soja se ha vuelto un producto muy popular, especialmente entre los seguidores de alimentación saludable.

En algunos países, este producto no se considera como leche: en China se le llama líquido, y en Alemania es una bebida. La leche de soja se obtiene a partir de la soja y agua, no obstante, no se trata de una leche en sí misma. Lo más adecuado sería considerarla como bebida de soja o jugo de soja. El aumento de la popularidad de la leche de soja sencillamente obliga a dar a conocer no solo sus ventajas, también sus inconvenientes para la salud humana. ¡Vale le pena tomarlo en cuenta!

Leche de soja

Efectos perjudiciales

  1. Alteraciones en el ADN: Los medios afirman sin descanso que, donde está la soja, hay OGM. De hecho, el 99% de semillas de soja son modificadas genéticamente, por lo que es prácticamente imposible encontrar un producto orgánico en este tipo de alimento.

    Diferentes investigaciones, llevadas a cabo por la Universidad John Hopkins, han determinado que existe una conexión potencial entre el consumo durante el embarazo de isoflavonas, contenidas en la soja, y defectos de nacimiento, observados en los recién nacidos.

  2. Alteraciones del sistema inmune: El consumo habitual de productos de soja durante el embarazo y la lactancia materna ha sido relacionado con la aparición de enfermedades autoinmunes en los niños.
  3. Aparición de cálculos renales: La soja es rica en oxalatos, que no pueden ser metabolizados por nuestro organismo y son eliminados por la orina. Un estudio, realizado en la Universidad del Estado de Washington, ha demostrado que los oxalatos se unen al calcio en los riñones, lo que puede llevar a la formación de cálculos renales.
  4. Alteraciones del sistema nervioso: Los estudios científicos, llevados a cabo por el Hawaiian Epidemiology Center, durante más de 3 décadas, constataron que cuanta más soja consumían los pacientes, peores eran sus habilidades mentales.

  5. Aumenta el riesgo de padecer el cáncer: Desde hace años, la industria productora de soja y sus derivados ha publicitado que se trata de un alimento que previene el cáncer. Sin embargo, durante el procesamiento industrial de la soja, se produce una sustancia cancerígena conocida como lisinealina.

    A su vez, los solventes utilizados dejan otros residuos como el hexano, igualmente cancerígeno. Hay que tomar en cuenta que la soja es rica en fitoestrógenos, de manera que podría estar ligada a un incremento del riesgo de cáncer de mama.

  6. Incidencia de fibromas uterinos: Un estudio llevado a cabo en el Enviromental Health Perspective, que duró 4 años y participaron 50.000 mujeres, reveló que aquellas mujeres que fueron alimentadas con leche de soja en su infancia, presentaron una incidencia del 25% más alta de padecer fibromas uterinos a los 35 años.
  7. Alteraciones endocrinas: Genisteína, contenida en soja, causa alteraciones del páncreas y la tiroides. Diferentes estudios científicos han descrito un aumento de la hormona tirotropina, que causa hipotiroidismo, bocio difuso y tiroiditis autoinmune subaguda.

  8. Alteraciones en la fertilidad: No se recomienda que los hombres beban leche de soja debido a los fitoestrógenos, cuya acción afecta el sistema endocrino y puede causar infertilidad.

Las controversias acerca del consumo o no de la leche de soja son grandes. ¿Y tú, qué piensas al respecto? ¿Has tenido la buena experiencia o la mala? ¡Comparte esta información y tus comentarios con los amigos en las redes sociales!

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