¿Alguna vez has tenido la sensación de que tu ropa huele mal después de guardarla? Hay varias posibilidades de que esto ocurra. Pero una cosa es cierta: hay que solucionar el problema lo antes posible. Hoy voy a contarte cómo deshacerte de ese olor a humedad en tu armario sin ningún producto químico. ¡Me encantará compartir contigo algunos trucos!
LA ROPA HUELE MAL
Últimamente noto un olor desagradable en mi armario. Es especialmente notorio cuando lo que quiero ponerme hace tiempo no lo uso. ¡Y ni siquiera es un armario viejo! ¿Qué sucede y cómo solucionarlo? He empezado a investigar sobre el tema y he ampliado mis conocimientos sobre el hogar, tanto que estoy dispuesta a compartir mis truquitos contigo.
Hay varias razones por las que un armario desprende mal olor y la ropa huele de forma desagradable. En primer lugar, los muebles pueden ser simplemente viejos. Un olor acre es especialmente común en la carpintería de la época soviética. Desgraciadamente, es casi imposible deshacerse de él.
En segundo lugar, el problema puede residir en un almacenamiento inadecuado. Si pones ropa limpia y sucia y otros objetos en el mismo sitio, no te sorprendas por la falta de frescura. ¿Cuál es su origen?
El aire del armario no circula porque suele estar cerrado. Y las cosas que reposan tranquilamente en los estantes empiezan a absorber humedad, lo que provoca un olor a humedad. Para evitarlo, puedes colocar un rollo de papel higiénico en el armario. Mejor aún, rocíalo con tu aceite esencial favorito. Así de sencillo.
Cómo eliminar el mal olor del armario
Si tienes tiempo y ganas, es hora de darle un repaso completo a tu armario. Para deshacerte del olor penetrante, tendrás que limpiar el armario a fondo. Para ello, asegúrate de que el mueble esté completamente libre de ropa. Deberás limpiarlo por completo. El propio armario debe limpiarse a fondo con detergentes domésticos adecuados para el material del que está hecho.
Para mayor efecto, puedes lavar el armario con agua y jabón de lavandería. Lo ideal es dejarlo abierto para que se airee. Abre todas las puertas y ventanas (o el balcón) de par en par. Lo mejor es airear el armario durante unos días.
© DepositphotosTambién es importante alejar el armario de la pared y comprobar el estado de la pared trasera. A menudo, esta parte del mueble es un caldo de cultivo para el moho, que es el causante del desagradable olor.
Aunque las paredes traseras y laterales estén bien, es mejor tratarlas con agua oxigenada. En este caso, se trata de una medida preventiva. Si el armario es muy antiguo, puedes intentar salvar la situación. Para ello, puedes pintar las paredes interiores del armario con una pintura de buena calidad después de una limpieza general.
© DepositphotosUna vez hecho esto, se puede volver a llenar el armario con ropa limpia. Es importante que esté completamente seca. Si el truco del papel higiénico no te convence, te aconsejo que pongas entre tus cosas bolsitas perfumadas con hierbas aromáticas. Las bolsitas de tela rellenas de granos de café o té también funcionan.
La canela y el clavo no sólo ayudan a eliminar el mal olor, sino que también evitan las polillas. Y yo, por ejemplo, pongo jabón nuevo y perfume seco en mi ropa. Funciona de maravilla.
Consejo del editor
Si la causa principal del mal olor en el armario es la humedad, también puedes utilizar carbón activado en lugar de papel higiénico. Basta con colocarlo en todos los estantes y absorberá el exceso de humedad, a la vez que ayudará a eliminar los olores. Las pastillas deben sustituirse cada mes.
Como medida preventiva, se pueden utilizar accesorios especiales para la ropa de madera de cedro. Esta madera sabe absorber los malos olores y evitar que se propaguen por el armario. Como resultado, la ropa huele muy bien y ¡todos en casa están contentos!
© Depositphotos¿Qué otros métodos eficaces para combatir los malos olores en el guardarropa tienes en tu arsenal? No dudes en compartirlos en los comentarios, y no te vayas sin regalarnos un Me Gusta y compartir el post con tus amigos de las redes sociales. Sin duda ayudarás a enriquecer nuestro trabajo.