Lo primero que se aconseja en los artículos sobre adelgazamiento es beber mucho líquido. La frase a menudo parpadea sobre el mínimo de dos litros de agua limpia por día. Esta creencia popular también se llama la regla de los ocho vasos. Supuestamente, si colocas una botella de agua a tu lado y bebes mucho líquido todo el tiempo, las enfermedades y los kilos de más desaparecerán. Pero no puedes hacer esto hasta que sepas cuál es tu ingesta diaria de agua recomendada.
Según una investigación reciente, los consejos populares se han convertido en un mito. Este mito a menudo no solo no es beneficioso, sino también perjudicial para la salud. Y esto es lo que piensan los expertos al respecto.
CÓMO CALCULAR LA TASA DE AGUA POR DÍA
El agua es sin duda el factor más importante. El estado de salud, apariencia y bienestar realmente depende de ello. Pero cada persona tiene sus propias características fisiológicas. Por lo tanto, no puedes simplemente colocar a todos en una línea y poner una cantidad específica de vasos de agua por día. Además, no es necesario que lo hagas.
Todo el mundo tiene un peso, metabolismo y edad diferentes. Las condiciones climáticas también son importantes. Si intentas beber dos litros de agua todos los días, notarás que esto no es tan fácil. ¿Qué pasa si superas la norma? ¿Existe tal norma en absoluto?
Serkan Cıldız, un nefrólogo de Turquía, advierte a sus pacientes que no beban demasiada agua. Te sorprenderás, pero en medicina existe el envenenamiento por agua. Sí, aún con el agua limpia más corriente.
Se llama hiponatremia. Cuando una persona comienza a beber demasiados líquidos, la cantidad de sal en el cuerpo disminuye drásticamente. La sal participa en muchos procesos metabólicos e, irónicamente, ayuda en la absorción de agua. Con la falta de sal, el agua que ingresa al cuerpo no permanecerá en él por mucho tiempo. Resulta un círculo vicioso.
Lo que es peor, en este estado hay náuseas, confusión, dolor en los ojos, dolor de cabeza. En los casos más graves, es posible el coma. Así que incluso el agua puede ser una amenaza si la ingieres demasiado. ¿Y cuál es la medida? ¿De dónde salió entonces el mito de los dos litros de agua obligatorios al día?
En 1974, Frederick Star y Margaret McWilliams escribieron «Nutrition for Good Health». Fue allí donde apareció por primera vez la afirmación de que un adulto necesita de seis a ocho vasos de agua al día.
Pero los autores no se referían en absoluto a un líquido puro. Deben obtenerse dos litros de líquido entre café, té, sopa, frutas y otros productos. En la dieta de una persona promedio, ¡dos o tres vasos de agua son suficientes! Imagina lo que pasaría si bebieras ocho todos los días.
Sin embargo, esto no se aplica a los deportistas. Las personas que son físicamente activas realmente necesitan beber más agua. Pero incluso aquí necesitan saber cuándo detenerse.
La forma más segura y eficaz de averiguar cuál es tu norma es concentrarte en la sed. Sequedad de boca o incluso una sensación de hambre desmotivada también pueden indicar sed. Definitivamente no te perderás aquí, tu vuerpo te lo dirá. Por tanto, nunca ingieras más agua de la que necesita tu cuerpo.
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