Gotas pegajosas en la orquídea: ¿hay que hacer algo?

Las personas que cultivan o han intentado cultivar plantas saben que las cosas son más complicadas que regar a tiempo. Especialmente cuando se trata de mascotas verdes complicadas como las orquídeas. Sus cuidados difieren considerablemente de los de otras plantas de interior. Debes saber, por ejemplo, qué significan exactamente las gotas pegajosas en la orquídea y qué puedes hacer al respecto.

Hay que entender que hay tres causas para las gotas pegajosas en una planta. Y cada una de ellas requiere un algoritmo de actuación diferente. En este artículo, explicaremos en detalle de dónde provienen estas gotas en primer lugar, así como lo que hay que hacer para no perder la planta.

La evisceración es un proceso natural inherente a todas las plantas, por el que liberan el exceso de humedad en la superficie de sus hojas. Al liberarse las sales minerales y los azúcares, las gotas suelen ser viscosas y, al secarse, se vuelven pegajosas. Por lo tanto, como fenómeno temporal, la evisceración es inofensiva. Para saber con seguridad que la evisceración es la causa de las gotas, hay que recordar la estructura de la hoja de la orquídea.

En estas plantas, los hidátodos -los poros o estomas responsables de la eliminación de la humedad- se encuentran en el envés de la hoja, en los bordes. Por lo tanto, si las gotas se forman allí y son todas del mismo tamaño y forma, se trata sin duda de una gestación. Sin embargo, su propia aparición indica que la orquídea no está en las condiciones adecuadas.

Aquí se pueden mencionar cuatro cosas: la falta de luz solar, los cambios bruscos de temperatura o la ausencia de ésta y un entorno muy húmedo. Por lo tanto, es necesario cambiar cualquiera de estos parámetros si las hojas gotean constantemente. Además, es mejor lavar las gotas con una esponja húmeda para que no atraigan a las pequeñas plagas.

Pequeñas plagas

La más peligrosa de todas las consecuencias son las plagas de insectos. Suelen acumularse en manchas pegajosas en varias partes de la hoja, pero no en los bordes. En este caso, ya no se trata de secreciones de la planta, sino de los propios insectos: la melaza. Se puede distinguir fácilmente porque todas las gotas tendrán formas y tamaños diferentes. Además, aparte de las gotas, la planta mostrará signos de daño.

Los insectos no sólo agotan a la orquídea, sino que también deprimen su sistema inmunitario, por lo que hay que ocuparse inmediatamente. Aunque no tengas la seguridad de que los insectos sean la causa de las gotas, es mejor tomar medidas preventivas. La planta debe ser aislada y tratada, preferiblemente con insecticidas sistémicos. Repite el tratamiento al cabo de 10-14 días para eliminar los parásitos que hayan podido salir de los huevos entretanto.

Néctar de infestación

Otro proceso natural utilizado por las plantas para atraer a los insectos. Los jardineros lo llaman melaza y es muy fácil de detectar. Sólo aparece en el tallo y suele ser atractiva únicamente para las abejas y las hormigas. No causa ningún daño a la planta, pero eliminarlo o no es una decisión de cada uno.

En raros casos, el néctar extrafloral puede atraer indefinidamente a huéspedes no deseados a tu casa. Y, lo que es más raro, puede constituir un caldo de cultivo para los hongos, que son un verdadero peligro para la planta. También hay que recordar que las gotas deben eliminarse con mucho cuidado, preferiblemente con una esponja húmeda.

Las gotas pegajosas en una orquídea pueden ser una señal de que la planta necesita tu ayuda, pero también pueden ser un proceso natural. Por eso es importante saber exactamente qué las causa. Esperamos que nuestro artículo ayude a salvar a más de una amiga verde.

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