Para los amantes de las fresas, la temporada de estas y otras deliciosas bayas nos resulta demasiado corta. ¡Apenas de mes y medio a dos meses para disfrutarlas no basta! Queremos más. Pero resulta que el tiempo nunca detiene su curso, así que nos toca usar nuestro ingenio para poder darnos en cualquier momento el gusto del paladar. En este caso creo que deberíamos dar gracias a los inventores del congelador. Así es, para disfrutar de las fresas fuera de temporada, hay que conservarlas en congelación.
Ahora me dirás que así las bayas resultan insípidas o no saben igual, pero esto se debe a que seguramente lo has estado haciendo todo mal. Por ejemplo, si piensas que basta con lavar y poner las bayas en el congelador, y luego esperar… estás en un error. El resultado, por supuesto, no será el esperado.
En esta edición, ¡Simplemente Genial! te recordará los principales errores durante el proceso de congelación.
Cómo congelar correctamente las bayas
- Embalaje y fecha
Como mínimo, debes usar un contenedor o una bolsa especial de vacío (las encontrarás a la venta en cualquier almacén). Así protegerás la superficie de las bayas que, como muchos alimentos, suelen perder su elasticidad con el frío. Pero, además, evitarás que el aroma se disperse y escape o se contamine con otros olores. La fresa con olor a merluza no es muy agradable, ¿verdad? La fecha te ayudará a saber exactamente cuánto tiempo tus delicias llevan en congelación.
- Porciones grandes
Es importante determinar cuánto necesitarás de un determinado producto a la vez. No es un secreto que congelar y descongelar continuamente un alimento, solo para tomar una pequeña porción del mismo, conlleva a su descomposición. Con las bayas eso es seguro. Después de la congelación repetida, estas perderán su estructura y sabor. Muy simple: si una porción no es suficiente, ¡toma otra!
- Congelación de choque
Los expertos de Freeze Speed Freezer recomiendan la congelación por choque. Se cree que cuanto más rápido se congela un producto, más pequeños son los cristales de hielo que se forman en los tejidos, lo que conserva su estructura. Por lo tanto, si tu cámara tiene la opción de «congelación rápida», te recomendamos que la actives.
Congelación de azúcar
Este es otro método interesante para conservar bayas, y merece especial atención. Es muy sencillo, y solo necesitarás fresas y azúcar, no más. Para ello deberás agregar azúcar al gusto por kilogramo de bayas, dos a tres o más cucharadas. Tú decides.
- Lava bien las fresas, retira todos los tallos y pon a secar. La cantidad no importa, puedes congelar lo mismo una libra que cien.
- Pon un poco en un recipiente conveniente y mezcla con azúcar. Puedes hacer esto con una cuchara de madera. Las fresas pueden segregar jugo, está bien.
- Transfiere las fresas a un recipiente de plástico donde las vas a almacenar. Agrega también el jugo, incluso puedes triturar las bayas un poco para que se asienten firmemente. Ahora ponlas en el congelador.
Consejo editorial: si eres partidario de la congelación en seco, te recomendamos lo siguiente. Seca las fresas preparadas con toallas de papel y luego coloca una capa en una bandeja para hornear cubierta con papel de hornear. Choque de congelación. Después de eso, recoge las bayas congeladas con una espátula y ponlas en una bolsa al vacío. Las fresas conservarán bien su forma y no perderán sus maravillosas propiedades en largo tiempo. ¡Puedes usarlas para decorar el pastel en cualquier momento!
Siempre recuerda que la congelación de las bayas es un proceso responsable: Según como realices el proceso así será el resultado. Más adelante te mostraremos también cómo congelar verduras frescas para todo el año. Si este post te resultó útil no olvides compartirlo con tus amigos de las redes sociales…