Lavar los platos apenas se puede llamar una experiencia agradable en la cocina. Sin embargo, a este problema hay que enfrentarse todos los días. Y aunque en el lavavajillas todos los procesos están juntos, la esponja de gomaespuma habitual sigue siendo el asistente más popular a la hora de lavar los platos.
Hoy, ¡Simplemente Genial! te comentará cómo lavar adecuadamente los platos con una esponja, y qué papel juega el color en este importante negocio. Resulta que hay sutilezas a las que incluso las amas de casa experimentadas no suelen prestar atención.
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ESPONJA PARA FREGAR PLATOS
En todas las cocinas se suelen encuentrar piezas de gomaespuma de colores para fregar. Seguramente piensas que estos colores brillantes solo son un movimiento de marketing para llamar la atención al producto, ¡pero no! Las características de la esponja de lavado puedan estar ocultas detrás del color de la misma.
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Además, debes prestar atención precisamente al color de la parte abrasiva, el lado duro, que se utiliza para lavar la suciedad más persistente, como ejemplo: los alimentos quemados.
Los fabricantes llaman a este material duro cinta adhesiva. Está hecho de fibras gruesas y fuertemente pegado a una base porosa. Es precisamente el color de esta cinta adhesiva a quien se debe prestar atención, porque es quien denota las posibilidades del material abrasivo.
Limpiar con el lado abrasivo verde puede eliminar incluso la suciedad más severa. Sin embargo, un material tan resistente puede estropear fácilmente algunos recubrimientos y dejar rasguños. Incluso los platos esmaltados, si son frotados fuertemente con una esponja de este tipo pueden dañarse, por lo que debes tener cuidado.
Si la esponja tiene una cinta adhesiva roja, esto significa que su parte abrasiva es de rigidez media. Esta es a menudo la mejor opción, porque con una esponja de este tipo es fácil eliminar la suciedad persistente e incluso eliminar los alimentos secos. En este caso, casi no habrá arañazos después de una intensa fricción.
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En cuanto al color amarillo, se trata de una esponja más ligera con la que se deben lavar, por ejemplo, platos de vidrio. Dicho material fricciona la superficie contaminada con bastante suavidad y, por lo tanto, no hay riesgo de rayaduras a la hora de frotar adecuadamente.
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Como puedes ver, hay que prestar atención no solo al tamaño y la calidad de la esponja de cocina, sino también al color de su lado abrasivo. Así evitarás cualquier daño asociado a una buena fricción para eliminar la suciedad de tus platos y vasos favoritos.
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