¿Cansado de ir al gimnasio y no ver los resultados? Prueba esta variante, y verás…

Muchas personas no entienden cuál es el problema: van al gimnasio, realizan miles de trabajos diferentes sobre su vientre, pero, al cabo de un mes, esas libritas de más siguen ahí, y se resisten a desaparecer… ¿Te suena familiar? Las estadísticas no mienten: Sólo 1 de cada 10 visitantes de los clubes deportivos consiguen un vientre plano.

Pues sí, y la culpa de todo no solo la tiene la dieta, sino también la elección inadecuada del programa de entrenamiento. ¿Qué tal un poco de ayuda? ¡Basta hacer unas pequeñas modificaciones a tu selección habitual, y enseguida notarás el cambio!

Simplemente Genial ha preparado un extenso y laborioso ejercicio, que te ayudará a alcanzar tu objetivo. Todos los ejercicios se llevan a cabo en 2 series de 15 repeticiones, con un minuto de descanso de por medio. ¿Te animas a probar?

Ejercicios para un vientre plano

  1. Recoge un poco de pesas. Las necesitarás para mantener el equilibrio, no para tus brazos. Con los pies a lo ancho, inclínate a la izquierda y eleva el pie izquierdo. Al mismo tiempo, baja el brazo izquierdo hacia la pierna.

  2. Siéntate en el suelo y dobla las rodillas. Recoge una mancuerna. Levanta la pierna un poco por encima del suelo. Mantén la espalda plana. Pasa la mancuerna de una mano a la otra, detrás de las rodillas, como si estuvieras dibujando la figura de un ocho. Si hayas este ejercicio un poco complejo, puedes simplificarlo: mantén las piernas dobladas juntas en alto, y pasa una mancuerna de un lado a otro, por debajo los pies.

  3. Acuéstate boca arriba. Levanta tu cuerpo y apóyate en los codos. Entonces, al mismo tiempo, levanta la mano y la pierna derechas rectas. Tratar de llegar con la mano hasta el pie. A continuación, repite para el otro lado.

  4. Pon los pies muy juntos. Los calcetines y las rodillas tienen que mirar un poco hacia un lado. Siéntate ligeramente. Pon tus manos detrás de la cabeza. Agáchate hacia el lado izquierdo y arrastra el codo hacia la rodilla. A continuación, haz lo mismo en la dirección opuesta.

Sabemos que este ejercicio, en la práctica, no es fácil, pero, si lo que deseas es ver el resultado de tu duro entrenamiento, valdrá la pena. Comparte estos consejos con todos tus amigos que van al gimnasio, y con los que no también… ¡A lo mejor se embullan!

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