Todo el mundo se ha dado cuenta desde hace mucho tiempo de que la llamada edad del pasaporte no tiene nada que ver con la edad biológica de una persona. En las mujeres, esto se ve mejor. Probablemente hayas notado que algunas mujeres de 30 años ya parecen de 50, y algunas de 60 años pueden competir fácilmente en atractivo con chicas de 25. Pero, ¿por qué sucede esto?
Los investigadores argumentan que el papel clave en el tema de la longevidad no lo juega la genética ni el mantenimiento de la juventud. Es el cerebro el que determina el ritmo de nuestro envejecimiento. Los editores de ¡Simplemente Genial! te lo contarán con más detalle.
EDAD SOCIO-PSICOLÓGICA
Hay un concepto de la edad psicológica de una persona. Es él quien determina la apariencia y el comportamiento, y depende completamente de los procesos del cerebro. Ya a principios del siglo XIX, un hombre o una mujer de entre 35 y 40 años se consideraba muy mayor. Debido a la abundancia de información y mayor empleo, la humanidad en su conjunto comenzó a vivir más, lo que significa que es hora de reconocer los cambios en la clasificación de edad.
La OMS ha definido nuevos límites de edad: hoy la juventud dura de 25 a 44 años. Entonces, a los 40, las mujeres siguen siendo chicas, y no de segunda, como a muchos les gusta bromear. Además, de 44 a 60 años, una persona moderna permanece en la mediana edad, de 60 a 75 años, en la media vejez, y solo a la edad de 75 a 90 años comienza la vejez. Los que tienen más de 90 años se llaman centenarios.
© DepositphotosPero, aun así, no todos logran mantener un cuerpo y rostro jóvenes a los 40 años, y más aún a los 50 y 60. Nuestra psicología, actitudes internas y actitud ante la vida nos impiden ante todo permanecer jóvenes en alma y cuerpo en la edad adulta. La belleza exterior también depende de ellos. La principal hipótesis, en la que se han gastado miles de millones de dólares en investigación, dice que el ritmo de nuestro envejecimiento depende del cerebro.
Esto se prueba fácilmente. Al comienzo de la vida, nuestro cerebro está muy ocupado aprendiendo sobre el mundo, sobre nosotros mismos, llenando conocimientos y conclusiones diversas. En consecuencia, todo el organismo está incluido en estos procesos y trabaja al límite de sus capacidades. Pero tan pronto como el mundo deja de ser interesante, tan pronto como dejas de aprender, y pones de lado tus competencias y el aprendizaje, la vejez hace su entrada triunfal. Tu cerebro y tu cuerpo ya no están activos. Por cierto, se abren las puertas también a enfermedades como el alzhéimer.
El envejecimiento psicológico es importante notarlo a tiempo. Hay 3 indicadores principales.
MARCADORES DE LA VEJEZ PSICOLÓGICA
- Relación con el tiempo
Tan pronto como tengas la sensación de que todos los mejores eventos de tu vida ya han sucedido y, por otra parte, el tiempo ya pasó, entonces comienzas a envejecer. Psicológicamente, un anciano vive de recuerdos, un joven vive de planes. El pesimismo, los sentimientos de desesperanza, la falta de planes, la molienda interminable de recuerdos son indicadores de la vejez psicológica y catalizadores biológicos.
No es por nada que en Estados Unidos la gente después de los 60 años va a la universidad, va a varios cursos. Todo lo nuevo contribuye al trabajo del cerebro y al estado de ánimo optimista. Y eso significa juventud.
- Restricciones
La vejez psicológica está directamente relacionada con la autocompasión: «A los 50 ya no puedo hacer lo que hacía a los 20. Ya no me permitiré hacer saltos mortales o saltar en paracaídas». Con la edad, por supuesto, nos imponemos cada vez más restricciones, lo que está asociado con los datos físicos y la responsabilidad (hijos, empleados).
Pero con cada período de la vida, se abren nuevas oportunidades. Si es difícil hacer algo físicamente, puedes comenzar a desarrollar más la creatividad.
Aprende nuevos idiomas, haz senderismo, visita nuevos países, organiza diferentes eventos. Verás que muchos veinteañeros no podrán competir contigo. No te limites, busca oportunidades.
- Estabilidad emocional
La ciencia moderna y miles de años de sabiduría han demostrado que las personas agradecidas y felices viven más y se ven más hermosas. Una mente estable es la clave para la juventud. Una persona que sabe adaptarse tranquilamente a los cambios y atravesar las dificultades, sin tomárselo todo de forma demasiado personal y sin obsesionarse con los problemas, siempre será más joven.
Las personas alegres forman las arrugas faciales de manera diferente, tienen menos arrugas seniles y tienen una apariencia más atractiva.
Ver lo bueno, tener sentido del humor y agradecer a la vida cada día que se vive es la clave de la juventud psicológica. Eso está asociado con una serie de cambios hormonales y neuroquímicos, procesos que tienen lugar en el cerebro.
Desarróllate, regocíjate sin importar qué, y lo más importante, ¡no te apegues al año de nacimiento en tu pasaporte! Mucha gente deja de trabajar en sí misma solo porque a los 50, por ejemplo, no se supone que haga esto, o ya es demasiado tarde. Después de todo, esta es tu vida, tu cuerpo, tus emociones. Nadie tiene derecho a culparte por algo.
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