¿Es realmente necesario hacer la cama por la mañana?

«El desorden engendra desorden»: Tal era el mantra de mi madre mientras yo crecía. Cada mañana me despertaba con la ordenanza de que lo primero que debía hacer en la mañana era hacer la cama. Diez años más tarde, la misma sabia regla, ya arraigada en la carta y las reglas de uniformidad, era fielmente cumplida cual mandato de un General del ejército.

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Pero el pensamiento humano no se detiene. Los amantes de dejar la cama sin hacer todos estos años han estado buscando una excusa para no hacer la cama. Y ahora sucedió, ¡lo encontraron!

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Los especialistas en higiene dicen que el hábito de tender la cama justo después de despertarnos puede dañar seriamente nuestra salud. Los psicólogos y los médicos del sueño están convencidos de que existen razones científicas para no realizar esta acción todos los días.

EL DORMITORIO CORRECTO

Entonces: ¿Cuál es el orden ideal en el dormitorio? En esta edición, ¡Simplemente Genial! te presentará los argumentos en pos y en contra de hacer la cama todas las mañanas. En tus manos está decidir qué «modus operandi» seguir. Como beneficio adicional, te invitamos a ver un video que muestra cómo hacen la cama las mucamas profesionales en los hoteles y los soldados experimentados en los cuarteles.

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Una cama perfectamente hecha es una moda para muchos padres. Esto es comprensible: es una buena manera de enseñar a un niño a ordenar.

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Pero hay otro lado de la rutina a tener en cuenta: Los ácaros del polvo. Estos animalitos son tan pequeños que resultan invisibles a simple vista, y si bien no pican ni son portadores de enfermedades infecciosas, sí tienen una capacidad excepcional para provocar alergias, asma, eczema e inflamación de la laringe.

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El especialista en higiene británico, Edgie Mackenzie, cree que al tender la cama inmediatamente después de despertarnos, protegemos a los parásitos de la cama de factores externos, capaces de eliminarlos. Tales acciones representan un riesgo grave para la salud y, en algunos casos, para la vida humana.

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«A los ácaros y bacterias les gusta mucho la humedad y el calor que persisten en la cama inmediatamente después de dormir. Estos minúsculos animales se multiplican de forma especialmente activa en la cama de personas que sudan mucho por la noche, por ejemplo, durante las noches de verano o en una habitación con calefacción activa», apunta el especialista.

Es por eso que no deberías hacer la cama inmediatamente después de despertar; al hacer esto, conviertes tu propia cama en un invernadero con el ambiente más favorable para la reproducción de ácaros, hongos y bacterias.

Si las sábanas están constantemente cubiertas con una manta, entonces la manta, la ropa de cama y el colchón «no respiran»: se altera la circulación del aire, y la oscuridad y la congestión también son las mejores condiciones para el crecimiento del moho.

Para protegerte de estos problemas, debes negarte a cubrir constantemente la cama con una manta, especialmente si esta está hecha de una tela sintética densa que no deja pasar el aire. Además, es higiénicamente correcto cambiar la ropa de cama al menos una vez a la semana y aspirar el colchón con regularidad.

Hay argumentos científicos entre los partidarios de las camas hechas. Según un estudio de la Asociación Nacional para el Estudio del Sueño en Estados Unidos, las personas que hacen sus camas todos los días duermen mejor que las que no se toman el tiempo para ello.

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El psicólogo Charles Duhigg, en su libro ThePower of Habit, escribe que el ritual de la limpieza diaria de la cama es un hábito clave que allana el camino para muchos otros, incluido el hábito de la disciplina financiera y el hábito de mantenerse en forma.

Kelly Baron, experta en neurociencia de la North Western University, en Estados Unidos, explica: «Después de hacer la cama, es menos probable que una persona se acueste en ella para ver la televisión o jugar en su tablet o smartphone». Por lo tanto, en su opinión, esto proporciona una noche libre de dispositivos y un sueño reparador.

En cuanto a eso, no sé si concuerdo. Por ejemplo, me resulta más agradable ver la televisión sobre una cama hecha. Por lo demás, la moraleja es la siguiente: si hay tiempo y ganas – haz la cama, si llevas prisa o te sientes cansado – déjela tal como está.

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