Una amiga ha envejecido rápidamente, resulta que todo es por su dejadez

Todo el mundo sabe que una buena higiene personal es fundamental para mantenerse sano y tener un buen aspecto. Pero lo que mucha gente olvida es que no basta con ducharse y lavarse los dientes. La higiene en el hogar es un elemento igualmente importante que a menudo se pasa por alto. En este artículo te mostraremos la frecuencia con la que debes lavar tu cepillo de pelo y lavar tu ropa de cama para mantener tu belleza al son del día.

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BUENA HIGIENE PERSONAL

Actualmente, muchas mujeres consideran que cocinar, limpiar y lavar la ropa es un trabajo esclavo. Por supuesto, los tiempos han cambiado y hoy en día cada vez menos chicas quieren ser amas de casa. El trabajo, los negocios, los salones de belleza, el gimnasio… Apenas queda tiempo para las tareas domésticas.

Nuestras madres y abuelas nunca se consideraron esclavas. Las tareas domésticas eran incluso divertidas para ellas. Era su forma de expresar su preocupación por su marido y sus hijos, de poner amor en las actividades cotidianas habituales. Y no sólo las amas de casa. Muchas combinan con éxito el trabajo y las tareas domésticas.

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Sin duda, es una gran idea compartir las tareas domésticas con tu marido. Al fin y al cabo, si los dos cónyuges trabajan, es injusto descargar todo en la mujer. Lo principal es no dar por sentadas las tareas domésticas y tomarse las cosas a la ligera. Razón de más para simplificar nuestra vida. Nuestras abuelas no tenían lavadoras ni lavavajillas.

La ropa de cama

Las fundas de las almohadas deben cambiarse al menos una vez a la semana. De este modo, mantendrás tu piel y tu cabello con el mejor aspecto durante más tiempo. Si tienes una piel problemática, puedes hacerlo más a menudo. La ropa de cama tiende a acumular sudor, polvo, suciedad, microorganismos, restos de maquillaje de la noche anterior, así como células muertas. ¡Imagínate ese lío!

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Para la belleza de tu cabello y tu piel, una funda de almohada de seda es la elección perfecta. En primer lugar, la seda es muy suave y no deja pliegues en la piel. No reseca la piel, al contrario, la ayuda a mantenerse hidratada y no absorbe los productos de cuidado facial. En segundo lugar, las hebras de cabello no rozarán la superficie más áspera de la funda de almohada. El pelo será más suave y no se electrizará. Algunas mujeres notan que el cabello se siente ligeramente más suave y que hay menos puntas abiertas.

En cuanto al planchado de la ropa, este procedimiento no tiene ningún efecto sobre la salud y la belleza. Por ejemplo, los japoneses nunca planchan su lino para que los hilos del tejido no se «peguen» y no deje de entrar aire. Y los japoneses tienen fama de ser grandes limpiadores.

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Toalla facial

Además de las fundas de almohada limpias, es importante prestar atención a con qué nos limpiamos la cara después del lavado. No deberías usar una toalla para ese fin a menos que la cambies todos los días. Un paño húmedo es un caldo de cultivo para las bacterias, así que es mejor secarse la cara con toallas de papel.

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Peine del cabello

El peine debe lavarse al menos una vez a la semana, o mejor, más a menudo. Lo utilizamos varias veces al día, ¿verdad? Las bacterias, el sebo, la suciedad y el polvo, así como los restos de cosméticos se acumulan en el peine. Lava tu cepillo con agua jabonosa o con el champú que utilizas para lavarte el pelo. Debes cambiar tu peine una vez al año, independientemente del accesorio. Los peines se desgastan mucho y desarrollan microfisuras que dañan el cabello.

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Cepillo de dientes

La mayoría de las personas compran un nuevo cepillo de dientes sólo después de que el viejo se haya deteriorado. Y este es un enfoque equivocado. Los dentistas recomiendan sustituir el cepillo de dientes cada tres meses. Las cerdas que sobresalen por todas partes no eliminan correctamente la placa y pueden dejar cicatrices en su delicada mucosa.

En segundo lugar, puede causar grietas microscópicas en las cerdas como resultado del uso prolongado. Estas diminutas partículas de alimentos y gérmenes pueden quedar atrapadas y multiplicarse fácilmente en el ambiente húmedo y vaporoso del baño. Colonias enteras pueden vivir en un cepillo de dientes viejo.

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Cocinar

A veces no hay tiempo o energía para cocinar en casa. Le pasa a todo el mundo. Pero tenemos que asegurarnos de que los alimentos precocinados y la comida rápida no se conviertan en un hábito cotidiano. Por supuesto, es más cómodo pedir algo y no estar una hora delante de los fogones y luego lavar una montaña de platos. Pero no hay nada que sustituya a la comida casera. En primer lugar, siempre se sabe con qué alimentos está hecho lo que comes. En segundo lugar, puedes regular los ingredientes nocivos de los alimentos.

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Limpieza de un piso

Los científicos afirman que la limpieza de tu piso o casa tiene un efecto positivo en su salud. El hecho es que las tareas domésticas pueden equipararse a un ejercicio ligero. De hecho, cuando limpiamos la casa, proporcionamos a nuestros músculos una variedad de actividades. El resultado es la producción de endorfinas y una mejora del bienestar general y del estado de ánimo. ¡Y no tienes que ir al gimnasio! Pero un rechazo sistemático a la limpieza es motivo de reflexión. Los estados depresivos pueden manifestarse de esta manera.

En general, una buena higiene personal y un hogar limpio son claves para la salud y la belleza. Incluso los artículos domésticos más pequeños requieren una limpieza periódica. Por cierto, echa un vistazo a este artículo sobre cómo limpiar correctamente tu lavadora. Si has notado que las cosas empiezan a oler raro o tienen manchas extrañas, es hora de tomar medidas.

¿Disfrutas u odias la limpieza? Cuéntanos en los comentarios, danos un Me Gusta y comparte con las amistades de las redes sociales este interesante artículo y sobre todo tú opinión.

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