El ser humano es un ser de costumbres, algunas bastante difíciles de pasar por alto, e incluso dañinas para el bienestar del organismo. Y nuestra rutina alimentaria no está exenta de ellas…
Resulta que no solo debemos prestar atención a aquello que nos llevamos a la boca, sino también a lo que hacemos después de comer. Después de todo, nuestro sistema digestivo es muy sensible a los cambios…
Por eso, «Simplemente Genial» hoy te propone conocer algunos consejos muy importantes, basados en los resultados de las más recientes investigaciones médicas. ¿Qué costumbres pueden dañar tu salud, y qué hacer en tales casos? Eso y más, a continuación…
Qué NO debes hacer justo después de comer
- NO pasees.
Mucha gente piensa que es saludable dar un paseo, después de comer, pero no. De hecho, esta es justo una de las principales razones de los reflujos ácidos y las ingestas.
Si sueles hacerlo, en aras de no subir unas libritas de más, por causa de los que comiste recientemente, no lo hagas, no por lo menos hasta unos 15-20 minutos después de haber ingerido alimentos.
- NO comas frutas.
¡Después de una buena cena, un buen postre! Y las frutas, sin duda, son un delicioso y saludable postre, pero NO después de las comidas. Eso solo provoca que reaccionen con los alimentos ingeridos, y se fermenten y acidifiquen más rápido, lo que interfiere con el proceso normal de la digestión.
Es mejor ingerirlas 1 hora antes o al menos 2 horas después de comer. De hecho, ¿Sabías que los nutrientes y vitaminas de las frutas se aprovechan al máximo, solo si son ingeridas con el estómago vacío?
- NO bebas té.
El té contiene ácidos, que ayudan a fijar el hierro, lo que impide que estos se absorban en el tracto gastrointestinal. Si consumes esta bebida durante la comida, sabrás que el valioso hierro de los alimentos seguirá de largo, y no podrás tomar provecho de él.
Lo mejor es consumir el té, por lo menos una hora después de la comida.
- NO duermas.
Todo el mundo sabe que, tras una buena cena, viene el delicioso sueño, ya que toda la energía se destina a la digestión. Sin embargo, esta costumbre no es buena. Eso se debe a que, durante la posición de acostado, solo una pequeña parte de los jugos gástricos regresa al estómago.
Esta es la causa de la acidez, luego de dormir inmediatamente después de comer. Por lo tanto, mejor espera por lo menos 2 horas antes de dormir.
- NO tomes un baño.
El agua caliente acelera el flujo sanguíneo de toda la superficie del cuerpo, hacia las extremidades, lo que disminuye la cantidad de sangre que fluye hacia la región del estómago. Por esta razón, evita tomar un baño, por lo menos entre media hora y 1 hora, luego de comer.
- NO fumes.
Fumar después de comer afecta el correcto funcionamiento del intestino grueso, responsable del proceso final de la digestión. Además, produce síntomas del síndrome del intestino irritado.
Qué SÍ puedes hacer justo después de comer
- Beber agua al tiempo.
En la primera hora después de la comida, el organismo necesita energía y calor, para digerir correctamente los alimentos. Por eso, no se recomienda ingerir alimentos fríos, como: helados, batidos, jugos… Durante ese tiempo, mejor bebe unos cuantos sorbos de agua al tiempo.
- Conversar con familiares y amigos.
Las tensiones psíquicas y físicas afectan el proceso de una buena digestión. Por eso, prefiere pasar el tiempo de sobremesa en alegría y tranquilidad con tus cercanos, sin ningún tipo de discusiones o peleas.
- Vestir ropa cómoda y holgada.
Cuando comes, tu vientre se expande. Por eso, evita usar ropa muy ajustada, o un cinturón muy apretado, que puedan comprimir el estómago. Eso, además de resultar confortable, ayuda a evitar enfermedades de reflujo gastroesofágico.
Sabemos que las costumbres son muy duras de vencer, sin embargo, algunas pueden dañar seriamente tu salud, a largo plazo. Y esto es motivo más que suficiente para replantearte tu rutina alimentaria, ¿no crees?
Si estás de acuerdo, comparte estos valiosos consejos con tus amigos de las redes sociales…