A lo largo de mi vida, he prestado dinero a mis amigos y conocidos muchas veces. A veces lo lamentaba, pero nunca traté de negarme. También hubo momentos difíciles en los que yo misma tuve que buscar ayuda. Mamá siempre me enseñó que puedes deshacerte del dinero de una forma muy fácil, pero hay cosas que es mejor no prestar.
Cada persona tiene su propia energía, y esta se transmite a las cosas que usamos a diario. Y al regalarlas, sin darnos cuenta, rompemos la armonía establecida. Si entregas anillos de boda a una casa de empeños para mejorar tu bienestar financiero, podrías agravar aún más la situación. Los problemas familiares también se sumarán a los problemas económicos. Aquí hay 5 cosas que no debes tomar prestadas.
QUÉ COSAS NO SE PUEDEN PRESTAR
- Nunca tomes prestadas joyas, incluso de las personas más cercanas. Regalar joyas es una cosa, pero dejar que otra persona lleve un colgante o un anillo tuyo es otra muy distinta. Los metales preciosos y las piedras siempre han sido excelentes conductores de energía y han sido buenos para almacenarla. Así que cuida las joyas como la niña de tus ojos.
- Otro tabú son los platos y otros utensilios de cocina. Mi casa es mi castillo. Y no me veo entregando artículos tan estratégicamente importantes a las manos equivocadas. Además, cada ama de casa debe tener su propio conjunto universal de accesorios de cocina. Compra un buen juego de porcelana, para que ya no tengas que correr entre vecinos en busca de platos prestados.
- No permitas que otros usen tu ropa y tus zapatos. En los años de la universidad, mis amigas me pedían prestado alguna prenda hermosa para la noche. Siempre me negué, porque estas cosas son personales. Como mínimo, tu vestido o blusa favorita podrían sufrir un manejo descuidado.
- La sal se ha considerado durante mucho tiempo la fuente de energía más potente. Se utiliza para limpiar la casa y el cuerpo de los efectos negativos de los malvados. La sal cerca de la puerta mantiene alejados a los malos espíritus. Los cristales blancos pueden ser portadores de información. Así que es malo transferir un amuleto tan poderoso a las manos equivocadas. Esto puede provocar falta de dinero y disputas.
- Y lo último. No prestes pan u otros alimentos. Incluso si tienes muchos suministros, rehúsa compartir con a la vecina olvidadiza mantequilla o productos horneados. Mi madre solía decir que al regalar pan se regala tu bienestar. No estoy lista para probar esta afirmación en mí misma.
Algunos dirán que soy muy supersticiosa y que no hay nada de malo en pedir prestado esto o aquello. Pero seguiré siendo fiel a mis principios. ¿Quizás tú también tienes cosas que son queridas en tu corazón y que no quieres compartir? Escríbenos en los comentarios lo que crees acerca de esto. Danos un Me Gusta y no olvides compartir tu opinión y este enlace con las amistades de las redes sociales.
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