En la temporada de abundante vegetación, difícilmente puedo contenerme de comprar de una vez todo lo que hay en el mercado. ¡Espinaca, cebolla, lechuga, rúcula, albahaca! Ni siquiera hablo de eneldo y perejil. Anteriormente, no podía permitirme llevar a casa más de un paquete. Simplemente no sabía cómo mantener frescas las verduras, y no quería congelarlas, pues las sobras no tardarían en convertirse en una escoba muerta al día siguiente.
¡Cuántos trucos útiles y diferentes he probado! De todos modos, ninguno funcionó para lograr el mismo efecto que los vendedores. Al fin y al cabo, todo en sus estanterías siempre luce verde y fresco, aunque sé de primera mano que la última entrega fue hace un par de días. Pues esta es la cuestión.
CÓMO CONSERVAR LAS VERDURAS
Durante mucho tiempo guardé las verduras en el refrigerador, después de colocar los tallos en un vaso de agua. Para un mejor almacenamiento, cubrí las hojas con una bolsa para mantener la humedad en ellas. Esto ayudó a ahorrar un montón de perejil para papas con mantequilla o ensalada. Pero solo podía soñar con una hermosa presentación, porque a la mañana siguiente los vegetales no se parecían en nada a los del jardín.
Si deseas que la ensalada o hierbas parezcan recién cosechadas durante unos días, debes recurrir a un truco del mercado.
No se trata en absoluto de un rociador especial, como podría pensarse. Sí, las verduras a la venta se humedecen constantemente con una botella de spray, sin embargo, esta es agua común. Toda la magia ocurre antes de que el producto se ponga en el mostrador. Por supuesto, el comerciante afirmará que los vegetales acaban de llegar. Pero este no suele ser el caso en absoluto.
Tan pronto como las hierbas comienzan a marchitarse, se sumergen en un recipiente con agua fría durante una hora. Y no solo con agua, sino con una solución de vinagre. La proporción es la siguiente: una cucharada por 200 ml de agua. El vinagre es del seis por ciento.
Esto es ideal para perejil, eneldo, cebollas, cilantro y albahaca. Pero para las hojas de lechuga, un baño tibio de quince minutos es suficiente. Después de eso, el producto se vuelve a colocar en el mostrador.
En casa, es mejor almacenar las verduras en el refrigerador, pero ocasionalmente enjuagarlas con una solución de vinagre. ¡Una excelente manera de pasar unas largas vacaciones o de almacenar hierbas frescas de la cabaña! Crujientes, jugosas y verdes… Y cuando este método no salve la situación, simplemente congela las sobras.
Aquí tienes un truco sencillo para tus ensaladas de verano. Y para aquellos que quieran tomar un camino más difícil, les aconsejo que echen un vistazo más de cerca a la opción de un alféizar de ventana verde en la cocina. ¡Qué impresionantes se ven las verduras frescas en el interior, si se sirven correctamente! En general, espero que las verduras marchitas en los estantes de mi refrigerador y el tuyo sigan siendo cosa del pasado.
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