Las costuras entre los azulejos del baño eran imposibles de ver, el método de mi suegra ayudó

Los azulejos son una solución bonita y práctica para alicatar el suelo del baño, el delantal de la cocina y las paredes. Al colocar las baldosas, se elige la lechada para las juntas entre ellas. De ello dependerá no sólo el aspecto decorativo sino la facilidad de limpieza. Hoy, los redactores de ¡Simplemente Genial! te dirán cómo limpiar las juntas entre las baldosas, según el tipo de suciedad.

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CÓMO LIMPIAR LAS JUNTAS ENTRE BALDOSAS

En el baño

El azulejo es un material duradero y resistente a la humedad. Por eso se utilizan en las paredes y suelos de los baños. Lo único que no es resistente a la humedad es la lechada, que consiste en cemento o resina epoxi. Con el tiempo, la humedad se acumula en las juntas y se forma moho.

El moho no sólo tiene un aspecto feo, sino que también es perjudicial para la salud. Por lo tanto, si observas una mancha negra en los azulejos, debes limpiarlos urgentemente. Aquí es donde todo tipo de remedios especiales son útiles, pero en el hogar de cada uno se pueden encontrar remedios que son mucho más seguros para usar en casa.

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Los limpiadores a base de cloro son los que mejor funcionan cuando se trata de problemas de hongos, pero pueden tardar mucho en eliminarse. Utiliza siempre una mascarilla y guantes cuando manipules la lejía y lávate bien con agua limpia después.

El peróxido también puede utilizarse para las lechadas de color claro. El cloro no es adecuado si la lechada entre las baldosas no es blanca. En las etapas iniciales, puedes utilizar alcohol amoniacal, que tiene un efecto desinfectante. Basta diluirlo con agua en una proporción de 1 : 1. Aplica la solución con un cepillo de dientes en el espacio entre las baldosas.

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Otro remedio que combate los hongos y elimina eficazmente la suciedad es imprescindible en la cocina de cualquier ama de casa. El vinagre es bueno para limpiar los azulejos del baño. Para ello, pulveriza el vinagre por todas las baldosas con una pistola y déjalo actuar durante una hora. En las zonas especialmente sucias, puedes cepillar las juntas con un cepillo después de una hora. A continuación, aclara el vinagre con agua y seca los azulejos del baño.

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Como el agua está siempre en los azulejos del baño y éstos rara vez tienen tiempo de secarse, puede formarse moho y cal en ellos. El bicarbonato de sodio puede ayudar a eliminar la cal. Se puede utilizar tanto bicarbonato como sosa calcinada. Este último funciona un poco mejor para la limpieza de superficies. Y todo gracias a que el bicarbonato de sodio ablanda el agua, y descompone la cal. Diluye el bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una papilla. Con un cepillo de dientes, aplica esta pasta sobre las manchas de cal. Aclara con agua y seca las baldosas con un paño limpio.

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En la cocina

La meseta de la cocina está expuesta a la grasa después de la comida, aunque esté equipado con un extractor. Para mantener limpios los azulejos, es conveniente pasar un paño con grasa para no volver a mancharlos.

A veces las baldosas del delantal están tan sucias que sólo los productos de limpieza agresivos pueden hacer el trabajo. Pero si la situación no es demasiado grave, puedes probar a limpiar la superficie con bicarbonato y vinagre. Para ello, aplica el bicarbonato de sodio a las baldosas. A continuación, salpica el con vinagre y déjalo actuar durante media hora. Luego, limpia las baldosas con un paño húmedo.

El ácido cítrico es una buena forma de tratar la grasa. Desinfecta la superficie y elimina las manchas, el mal olor y la grasa pegajosa. Para ello, hay que preparar una solución concentrada de ácido cítrico en un pulverizador. Mezcla 30 g de ácido cítrico con 200 ml de agua tibia. Agita el pulverizador y la solución estará lista para su uso. Después de usar el ácido cítrico, limpia todo con un paño húmedo y seca la sueprficie.

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En el pasillo

Los pasillos suelen estar alicatados, ya que esta zona está expuesta a la humedad, el polvo y la suciedad de la calle. El bicarbonato de sodio y el vinagre funcionan bien en este caso. Si las costuras son blancas, se puede hacer una mezcla de bicarbonato y peróxido. A veces la suciedad sale bien con una solución a base de alcohol, como un limpiacristales.

También puedes limpiar el espacio entre las baldosas con agua y jabón. Frota las zonas sucias con agua y jabón y lava el suelo. A veces, la lechada tiene un aspecto demasiado malo y no puede limpiarse de forma obstinada. En este caso, es posible que desees considerar una nueva lechada.

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Para hacer una lechada nueva, hay que quitar la lechada vieja con un objeto afilado. Se puede utilizar un destornillador, un punzón o un cuchillo. A continuación, desengrasa la superficie de la baldosa con un detergente a base de cloro y deja secar las juntas.

Elije una lechada nueva y aplícala con una espátula de plástico. Cuando la lechada se haya secado, limpia las baldosas con un paño húmedo. Este método es adecuado para cualquier persona que quiera refrescar su casa sin gastar mucho dinero. Las baldosas con una lechada nueva tienen mucho mejor aspecto, creando la sensación de haber sido renovadas recientemente.

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Lo más importante es ver la suciedad a tiempo para poder tratarla más fácilmente. En el baño, enciende el extractor y ventila bien el baño. Y una vez al mes es conveniente limpiar las paredes y el suelo del baño con un antifúngico. La grasa es más fácil de tratar en las primeras etapas. Y si has abordado el baño y las superficies de la cocina, seguro que le ganas a la suciedad del pasillo. Que tengas un buen día.

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