Cómo limpiar el linóleo y qué no usar

Hoy, los editores de ¡Simplemente Genial! te dirán cómo limpiar eficazmente el linóleo con métodos caseros, así como lo que nunca debes utilizar para limpiarlo.

Estos sencillos consejos te ayudarán a cuidar el suelo de linóleo y a prolongar su vida útil, manteniéndolo en excelentes condiciones durante mucho tiempo. Y lo mejor de todo es que no tienes que gastar mucho dinero en productos de limpieza de suelos.

CÓMO LIMPIAR LA SUCIEDAD DEL LINÓLEO

Limpieza común

Para evitar que la suciedad se enquiste, utiliza todos los días una mopa de microfibra seca para recoger el polvo y los residuos en los lugares donde se camina mucho.

Además, una vez a la semana, repasa el linóleo con un cepillo de cerdas suaves o un accesorio de aspiradora para eliminar la suciedad y los restos.

Limpia el suelo con una fregona húmeda utilizando una solución compuesta por 3,5 litros de agua caliente, una taza de vinagre y unas gotas de lavavajillas. Termina limpiando el suelo de nuevo con una fregona limpia y húmeda para eliminar cualquier residuo de la solución. A continuación, deja que el linóleo se seque por completo.

Limpieza general

Una o dos veces al año, tendrás que limpiar a fondo tu suelo de linóleo. Para iniciar la limpieza general, necesitarás:

  • Una aspiradora
  • Cepillo de cerdas suaves
  • Mopa de microfibra
  • Cubo
  • Agua caliente
  • Soda
  • Detergente para vajilla
  • Toallas viejas

Primero, barre o aspira el suelo.

A continuación, espolvorea bicarbonato de sodio sobre el linóleo.

En un cubo grande, mezcla la misma solución de 3,5 litros de agua caliente, una taza de vinagre y unas gotas de lavavajillas. Para eliminar la suciedad más persistente, frota el suelo con la solución, utilizando un cepillo suave.

Cuando todo el linóleo esté limpio, lávalo de nuevo con agua limpia para eliminar los restos de bicarbonato y líquido lavavajillas.

Al final, seca los suelos con una toalla.

LO QUE NUNCA DEBES USAR PARA LIMPIAR EL LINÓLEO

No utilices limpiadores a base de amoníaco, ya que dañarán el revestimiento de linóleo.

Muchos detergentes y limpiadores fuertes pueden dejar una película mate en el suelo.

Los pulimentos con base de disolvente tampoco se recomiendan para el linóleo.

Si sigues las instrucciones anteriores, podrás limpiar el linóleo de forma económica y eficaz, incluso de la suciedad más persistente, y mantener su aspecto original durante mucho tiempo.

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