El fin de semana hice una limpieza general en la cocina. Revisé todos los armarios y me di cuenta de que tenía un montón de tapas de tarros por ahí. Algunas estaban sueltas, otras estaban rotas y otras eran casi imposibles de volver a colocar. Me daba pena tirarlas, así que me puse a pensar qué podía hacer con esas tapas de plástico que me sobraban.
Entonces recordé que el otro día nuestro perro había mordido la alfombra junto a la puerta. Una idea se me ocurrió. Rápidamente fue en busca de un par de cosas viejas que tenía reservadas para usar en artesanía. Sólo quedaba poner en práctica la imaginación. Y este fue el resultado.
Cómo hacer un felpudo con tapas de plástico viejas
Para una alfombra casera, necesitarás:
- Tapas de plástico de latas
- Ropa vieja
- Tijeras
- Moneda
- Bolígrafo o lápiz
- Aguja e hilo
- Pegamento caliente
- Utiliza unas tijeras para cortar todos los lados de las tapas. También puedes hacerlo con una navaja afilada.
- Coloca una moneda en el centro de cada plato y traza alrededor con un bolígrafo. A continuación, recorta con cuidado a lo largo del contorno.
- Corta los trozos en tiras de 5 cm de grosor. Ahora tienes que envolverlos alrededor de las piezas de plástico, enhebrando la tela a través del agujero.
- Corta el resto de la tela y cose el extremo con hilo para asegurarlo bien.
- Cose los círculos para formar varias tiras.
- Dobla las tiras para hacer un tapete. A continuación, pega y cose las tiras.
La alfombra ya está lista. Para hacerla más suave y redondeada, puedes pegar dos de las telas. Se verá muy bien.
Creo que ha funcionado. El tapete de tapas resultó bonito y original. Puedes elegir colores más vivos, o hacerla más grande si así lo deseas. Mi perro también apreció la nueva alfombra, ahora no puede alejarse de ella. ¿Qué te parece esta idea?
Anímate y pon manos a la obra. Y no olvides regalarnos un Me Gusta en Facebook y compartir el post con tus amistades de las redes sociales.