En la actualidad, son muy pocas las personas que pueden presumir de una agudeza visual perfecta. Y no es para menos, ya que solemos desgastarnos la vista frente a la televisión o el ordenador, hasta el cansancio. Por esta razón, los especialistas en materia de ciencia y medicina, se ven obligados a buscar novedosas maneras de corregir la visión.
Y la peor parte se la llevan los más pequeños de casa, quienes deben sufrir las burlas y apodos ofensivos, como «cuatro ojos», cada vez que van en gafas a la escuela.
Pero todo eso podría evitarse, si se realizaran con tiempo y regularidad una serie de ejercicios muy efectivos para restaurar la visión. ¡Ingenioso y simple, prueba y verás!
Ejercicio #1: «Rayo»
Sale a una zona abierta y soleada, y selecciona un objeto en el cual centrar tu atención. Podría tratarse de algún letrero de fácil lectura. Párate de tal manera, que la imagen resulte lo suficientemente borrosa para no ser legible, pero capaz de destacar entre la bruma miope, después de cada parpadeo.
Una vez logrado esto esto, comienza a parpadear, con la mirada fija en el letrero, y centrando toda tu atención en la imagen resultante tras cada parpadeo. Cuando la imagen se vuelva turbia de nuevo, vuelve a parpadear y trata de leer la inscripción. Realiza este ejercicio por espacio de una hora, y luego cambia el objeto, para variar.
En el primer día de ejercicios, el parpadeo debe hacerse prácticamente cada segundo. Cuando notes que la agudeza visual ya aumentó notablemente, pasa al siguiente ejercicio.
Ejercicio #2: «Tiro al blanco»
Siempre en un espacio abierto y bien iluminado, elije con la vista varios objetivos, ubicados a diferentes distancias en el horizonte. Cambia la vista de uno a otro, por turno, a una frecuencia de un objetivo por segundo, aproximadamente. Cada objetivo debe estar bien enfocado, por lo que debes parpadear regularmente.
En la etapa inicial, mientras el destello no es muy grande, parpadea por segundo en cada objetivo seleccionado. Con el aumento del destello puedes parpadear con menos frecuencia, ya no en cada blanco, sino cada dos o tres. Recuerda que tu objetivo debe ser un objeto sobre el cual tus ojos puedan realmente enfocarse.
Ejercicio #3: «Spiderman»
El siguiente ejercicio consiste en elegir como objetivo algún arbusto o árbol frondoso, u otro objeto de tamaño similar. Comienza con el régimen de parpadeo hasta enfocar bien, y luego envuelve mentalmente el objeto con un rollo de hilo imaginario.
Sigue el recorrido mental de cada vuelta de hilo imaginario con tus ojos, y concéntrate en el punto de contacto con el objeto. Pestañea constantemente. Cambia de objeto, de vez en cuando, para mantener la emoción y la agudeza de percepción.
Ejercicio #4: «Reposo»
Cierra los párpados y cubre la cara con las palmas de tus manos, de modo que cada mano cubra el ojo correspondiente a su lado del cuerpo. Los dedos han de cruzarse en la frente, sobre la zona del «tercer ojo».
Fija tu vista en la oscuridad, y trata de abandonar los reflejos caóticos, propios de la vista. Realiza esto hasta obtener sensaciones confortables.
Ejercicio #5: «Péndulo»
Selecciona un objeto cómodo y efectivo, como algún letrero de tamaño suficiente, pero que sea legible a distancia. Parpadea hasta lograr un enfoque agudo y empieza a mecerlo, como un péndulo, moviendo el centro de tu vista a lo largo de la línea de lectura.
Trata siempre de mantener el enfoque en el objeto. Si notas que la imagen comienza a empañarse, parpadea de nuevo, y continúa con el ejercicio. Si logras dominar esta idea, incluso puedes prescindir del objeto en particular, y simplemente utilizar el principio libre y sin restricciones.
Ejercicio #6: «Ídolo chino»
Selecciona un objeto a distancia para el ejercicio, pestañea, enfoca la vista y trata de mantener el enfoque en el objetivo el mayor tiempo posible, siempre moviendo la cabeza de un lado a lado. Si se nubla la imagen, parpadea de nuevo y continúa con el ejercicio.
Ejercicio #7: «Infinito»
Selecciona un objetivo similar al de los ejercicios anteriores. Parpadea, enfoca y realiza movimientos oculares sobre la trayectoria del símbolo infinito (∞), a la vez que intenta mantener el enfoque tanto como sea posible.
Mientras realizas estos movimientos, balancea tu cabeza hacia la derecha (cuando tus ojos se muevan a la derecha) y hacia la izquierda respectivamente, aumentando así las dimensiones horizontales del símbolo.
Ejercicio #8: «Pulidora»
Realiza los mismos pasos previos, enfoca la vista sobre el objeto, y fíjate en sus detalles. Por ejemplo, cada letra de un letrero… Mientras observas los detalles, realiza movimientos circulares suaves con los ojos, como si estuvieras puliendo el objetivo.
Mantén el enfoque sobre el objeto el mayor tiempo posible. Pestañea una vez más y repite el proceso. Si realizas rutinariamente este ejercicio, al igual que con los 5, 6 y 7, podrías restablecer en poco tiempo tu visión.
Ejercicio #9: «Rayo de luz»
Si bien lo ideal es realizar este ejercicio en un espacio soleado, también te puedes auxiliar de la luz eléctrica. Cierra los párpados con firmeza, pero sin tensión, y mantente de cara a la fuente de luz por aproximadamente un minuto. Mejor si la fuente de luz es el sol. Puedes hacer este ejercicio cinco o seis veces al día.
Nuestras recomendaciones:
Siempre que vayas a realizar estos, y otros ejercicios similares, recuerda ejecutarlos de forma relajada, y sobre todo… ¡Evita totalmente la fatiga visual!
Realízalos además con una actitud positiva, y confía en el resultado. El aire fresco del ambiente de ejercicios te ayudará a relajarte, ya lo verás. Involucra a tu familia, aun si disfrutan de una agudeza visual en buenas condiciones. De esta manera pasarán un buen momento juntos, a la vez que protegen la salud de su vista.
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