Cómo distinguir una mantequilla falsificada: un método sencillo

Últimamente el control estatal sobre la calidad de los productos no es tan riguroso como esperamos. Algunos fabricantes pueden engañarnos descaradamente, y ni siquiera nos enteramos. Por ejemplo, ¿cómo puedes distinguir una mantequilla falsificada de la real? Hoy nuestra editorial en línea te sugiere algunas formas probadas para ayudarte con esta tarea.

Los siguientes métodos se pueden aplicar fácilmente en casa y ver el resultado. ¿Es buena la mantequilla que estás acostumbrado a comprar en la tienda? Ahora es el momento de averiguarlo.

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Cómo distinguir una mantequilla falsa

Hoy en día existen tres tipos de mantequilla en el mercado: la mantequilla auténtica, la de untar y la margarina. La margarina y la pasta para untar incluyen aditivos de diversas grasas vegetales. En sí mismos no son malos. El problema está en que distintos fabricantes pueden tener composiciones completamente diferentes, algunas no tan saludables, incluso peligrosas. Por ejemplo, pueden contener grasas trans, que categóricamente no deben consumirse.

Aunque al mismo tiempo la OMS recomienda producir margarinas blandas y cremas para untar a partir de grasas vegetales. Sí, las grasas de origen vegetal contienen una gran cantidad de ácidos grasos insaturados, que son muy útiles, mientras que el aceite de origen animal tiene una gran cantidad de grasas saturadas. Estas son las que aumentan significativamente el riesgo de problemas cardiovasculares.

Pero, aunque no podamos creer en la palabra de los fabricantes, merece la pena considerar que la mantequilla sigue siendo mucho más segura. No obstante, los ministerios de sanidad de Finlandia, Alemania, Canadá, Suiza y Noruega recomiendan incluir la margarina y las cremas para untar en la dieta, porque tienen un mayor control sobre la producción.

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Formas de comprobarlo

  1. El sabor. La auténtica mantequilla debe tener un sabor cremoso y ser fácil de tragar. No debe dejar una película molesta en la boca. Si se lava con agua y queda una película en la boca, no es mantequilla.
  2. Congélala. La mantequilla también contiene suero. La margarina, en cambio, está compuesta en su totalidad por diferentes grasas. Esto significa que, si congelas una briqueta de mantequilla, no se cortará con un cuchillo. Se astillará y se deshará. La auténtica mantequilla nunca se unta en el pan después de congelarla, sólo se desmenuza.
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  4. Déjala calentar. Si dejas un trozo de mantequilla a temperatura ambiente, se ablandará poco a poco. La margarina, en cambio, estará cubierta de gotitas de agua.
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  6. Sumérgela en agua hirviendo. Un trozo de mantequilla en agua muy caliente empezará a disolverse rápidamente. Tienes que removerla en el vaso para poder verla mejor. Si la mantequilla no se derrite del todo, sino que se queda en copos, es margarina.

    Con la mantequilla de verdad hay dos posibilidades. Por supuesto, se disolverá por completo, pero se separará rápidamente en 2 capas. Siempre habrá grasa en la parte superior, ya que es menos densa que el agua. En cambio, el líquido que hay debajo de la grasa puede ser turbio o transparente.

    Ambos son normales. Depende de la cantidad de suero que contenga el aceite, y es este suero el que le da el color turbio. Por lo tanto, lo principal es asegurarse de que la mantequilla se derrita en el agua de manera uniforme, que no se formen copos ni grumos. Esa es la forma más segura.

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Ahora que ya sabes diferenciar la mantequilla falsa de la real, ya no podrán engañarte en la tienda. Y también nos encantaría que compartieras en los comentarios cuáles fueron los resultados de tus experimentos.

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