¡Las toallas deslumbrantes, tan blancas como la nieve, siempre deberían decorar tu hogar! No, no es una utopía. De hecho, es posible gracias a un ingenioso truco que conocí accidentalmente de mi abuela, que tiene más años que yo, y que recordaré por el resto de mi vida. Sorpresa: ¡No tienes que hervir las toallas, ni siquiera tienes que lavarlas a máquina!
No sé qué magia funciona aquí, pero las manchas, incluso las muy viejas, ¡se quitan al instante! Y no es nada difícil, si sigues las instrucciones que ¡Simplemente Genial! te mostrará a continuación.
CÓMO BLANQUEAR TOALLAS
Necesitarás
- Un cubo de agua
- 2 cucharadas de Aceite de girasol
- 2 cucharadas de Blanqueador seco
- 0.5 cucharadas de cualquier detergente en polvo
- Toallas sucias
Proceso
- Hierve un balde de agua.
- Agrega aceite de girasol y lejía seca al agua hirviendo, así como también detergente en polvo.
- Mezcla bien todos los ingredientes y coloca las toallas en esta solución.
- Cuando el agua se haya enfriado, las toallas se pueden sacar y enjuagar. ¡No quedará ni una sola mota!
Siempre pasé trabajo para blanquear mis paños de cocina, y vaya si probé todos los medios posibles, pero no siempre lograba el resultado esperado; entonces me acordé de esta maravillosa receta de la abuela. ¡No en vano esta técnica ha sido probada por más de una generación de diligentes amas de casa!
Prueba este método, y tus toallas quedarán relucientes y blancas como la nieve. Cuéntanos en los comentarios si te gustó el efecto de esta mágica solución blanqueadora, ¡Y no olvides compartir el truco con tus amistades de las redes sociales!