Empecé a ahorrar dejando el lápiz de labios y las medias, pero mi marido descubrió mi secreto

El dinero siempre es necesario, siempre es escaso, siempre se acaba rápidamente. Recientemente hemos hablado de cómo ahorrar, qué trucos utilizar y por qué es tan importante ahorrar en primer lugar. Pero a veces la pasión por el ahorro también puede ser un perjuicio para la familia. ¿Cómo es posible?

Hoy, el equipo editorial de ¡Simplemente Genial! te contará la historia de María, una lectora que consiguió ahorrar dinero incluso con unos ingresos familiares reducidos. Pero la dueña de la casa familiar se olvidó, de alguna manera, de contarle sus ahorros a su marido (que ganaba todo el dinero). Esto supuso una desagradable sorpresa para el cabeza de familia.

CÓMO AHORRAR DINERO CORRECTAMENTE

«Llevo casi 10 años casada. Vivimos bastante bien, tenemos nuestro propio piso, que mi marido heredó de su abuela. Mi marido trabaja, no gana mucho, pero tenemos suficiente para vivir. En estos años, no he encontrado trabajo, estoy criando a dos hijas, el hogar también es completamente mi responsabilidad», escribe María.

«También gestiono el presupuesto familiar. Mi marido no tiene tiempo para hacerlo, así que yo me encargo de las tareas domésticas, de comprar comida, ropa, enseres o cualquier cosa para mis hijas. También me resulta fácil estar atenta a las ofertas y rebajas para conseguir lo que necesito a buen precio. Con un solo sueldo para cuatro personas hay que saber gastar el dinero con prudencia».

«Yo no soy la culpable. Mi marido sabe que la casa está siempre limpia, la ropa lavada y planchada y la comida cocinada. A veces puede jugar con las niñas o ayudar a mi hija mayor con los deberes. A veces (muy rara vez) me ayuda con algo de la casa que no puedo hacer yo».

«Pero un día ocurrió un incidente que cambió muchas cosas. Mi marido y yo tuvimos una fuerte discusión, se vistió y se fue. Su teléfono estaba apagado y no pude comunicarme con él. Casi no me quedaba dinero y me pasé la mitad de la noche preguntándome qué pasaría si no volvía. Por suerte, volvió al día siguiente y nos reconciliamos. Pero ese episodio y ese miedo por mí y por las niñas me acompañaron durante mucho tiempo».

«Fue entonces cuando me di cuenta de lo vulnerable que era sin mi marido, porque ni siquiera tenía ahorros propios. Estaba decidida a conseguir al menos algunos ahorros por si acaso. Empecé a guardar todo el dinero que podía ahorrar.

El principio del ahorro

«En algún lugar podía comprar salchichas más baratas, a veces ahorraba en cosméticos o ropa. Fue agradable apartar un billete tras otro, sabiendo que ese dinero era como un colchón de seguridad. Ahorrar ha resultado ser una actividad muy divertida. Incluso empecé a tejer más y a veces vendía mis manualidades por Internet. Este dinero también fue a parar a mi «escondite».

«Todo fue bien hasta un día. Mi marido, en un momento de mi ausencia en casa, mientras estaba buscando algún documento importante, lo puso todo patas arriba y se encontró con mis ahorros, que he estado guardando durante los últimos tres años. Mi marido se sorprendió por la suma de varios de sus salarios. Y al hablar conmigo, apenas elegía sus palabras».

«Afirmó que siempre me había dado todo su sueldo para que la familia no necesitara nada y que nunca pensó que yo estuviera acumulando dinero. Ahora está completamente decepcionado y ya no confía en mí. Incluso está pensando en el divorcio. Entiendo que no le hice una cosa agradable, pero no sé cómo arreglarlo», – lamenta su error.

Por supuesto, el hombre se siente mal por no saber de la existencia de tal «alijo». Sin embargo, probablemente sea bueno que la mujer no haya gastado absolutamente todo el dinero, sino que consiguiera ahorrar algo. Parece que el marido todavía no entiende el fin de esos ahorros. Es extraño que María no le haya explicado que, en cualquier caso, el dinero habría ido a parar a la familia si hubiera habido una necesidad urgente.

¿Qué piensas de lo que hizo la mujer? ¿Debería o no haber ahorrado el dinero a escondidas de su marido?